Una operación bariátrica es una intervención quirúrgica utilizada como tratamiento del sobrepeso y obesidad.

Estas enfermedades pueden reducir la esperanza de vida en un rango de entre diez a quince años. Lo anterior, porque provocan importantes problemas de salud que van degenerando la calidad de vida con el correr del tiempo. Son evitables desde la infancia con buenos hábitos alimentarios.

En Clínica Dávila, el especialista en cirugías bariátricas, el doctor José Amat, señala que la obesidad debe ser considerada como una enfermedad importante.

Esto, porque “compromete la salud del organismo, disminuye los años de vida, o sea, la esperanza de vida, y disminuye también la calidad de la misma”.

Candidatos a cirugía

Sin embargo, no a todos los pacientes se les recomienda una operación bariátrica. “Debemos descartar que el paciente tenga alguna enfermedad asociada que pueda llevar a acortar su esperanza de vida y a tener complicaciones en el futuro. Estos factores son absolutamente mejorables si la persona logra bajar de peso, de forma definitiva y permanente en el tiempo”.

Las personas con obesidad y diabetes tipo dos, son los candidatos prioritarios para la cirugía, procedimiento que además requiere de un compromiso de mantención de hábitos saludables por parte de los pacientes.

Si bien, para mantener un peso apropiado las recomendaciones son sencillas -mantener una alimentación saludable y realizar actividad física con frecuencia-, cuando se pasa la barrera de los cuarenta kilos de sobrepeso es más difícil realizar dieta y actividad física.

Señala el especialista que “pocas personas no operadas pueden hacer dietas tan radicales, salvo que se cambie el switch en la forma de la alimentación y en hacer deporte o ejercicio físico permanente, esa es la única solución. La gran mayoría de nuestros enfermos no lo hacen”.

Es en ese momento cuando se recomienda realizar un bypass o manga gástrica, ambas opciones de cirugías bariátricas de excelentes resultados.

Ventajas de una operación bariátrica:

  • Reducción de peso.
  • Mejora de calidad de vida.
  • Disminución o desaparición de enfermedades asociadas a la obesidad.
  • Eliminación de diabetes tipo dos.
  • Rápida recuperación postoperatoria.
  • Pocas posibilidades de volver a ser obeso.

 Riesgos de la intervención

Como toda intervención quirúrgica, la cirugía bariátrica en cualquiera de sus formas puede presentar complicaciones. Sin embargo, la tecnología actual permite reducir al mínimo los riesgos en la operación. Algunos de sus riesgos son los siguientes:

  • Existe un 25% de posibilidades de volver a ganar peso, aunque no se llegue al nivel de obesidad anterior.
  • Filtraciones en la sutura del estómago.
  • La baja rápida de peso puede provocar cálculos a la vesícula.
  • Falta de vitaminas dado que el organismo deja de asimilar todos los nutrientes de los alimentos, por lo que se debe tomar suplemento durante un periodo de un año.
  • Obstrucción intestinal.

El especialista de Clínica Dávila señala que siempre es preferible operar a pacientes que sienten un compromiso y toman la importancia necesaria a su problema de obesidad, dado que son aquellos que tienen un buen resultado a largo plazo.

Estos pacientes no recuperan más de 15% o 20% del peso que perdieron después de la cirugía. Para eso, señala el doctor Amat, es de vital importancia que el enfoque sea multidisciplinari.

“Es decir, que previo y después de operarse el paciente debe ser visto por psicólogos, psiquiatras, nutriólogos, de manera de poder asesorarlo y estar seguros de que el enfermo es capaz de entender la magnitud del problema y cambiar los factores de riesgo que lo hicieron ser obeso”, señala.

¿Cómo evitar recuperar el peso perdido?

Si bien todos los pacientes que se someten a una operación bariátrica bajan de peso, esto sucede en el primer año desde la operación y hasta los dos años, provocado básicamente por la disminución del apetito, la restricción de cantidades y la motivación inicial que todo paciente tiene.

Es precisamente esta motivación la que se pierde con el correr del tiempo, lo que produce que los pacientes caigan de nuevo en los hábitos de riesgo que tenían antes de la intervención.

Las recomendaciones son entonces mantener una vida sana y considerar que las operaciones bariátricas, en general, trabajan mediante la reducción de las cantidades de comida que se consumen, pero que esto no aplica a los líquidos, por lo que muchos de los casos de ganancia de peso, especialmente en hombres, son por el desmedido consumo de bebidas azucaradas y alcohol.

Por lo tanto, no sólo los pacientes deben comer en cantidades moderadas, sino también cambiar los hábitos alimentarios relacionados con el consumo de azúcar en su formato líquido, y realizar constante deporte y actividad física.

Hoy, la salud pública en Chile considera la obesidad dentro de las políticas públicas, incluyendo planes de alimentación saludable y promoción del deporte desde temprana edad, y poniendo las operaciones bariátricas dentro del GES (ex AUGE).