La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como “Pandemia” aquellas enfermedades de propagación mundial. En el caso de la obesidad, es una una pandemia de tipo no infecciosa, es decir, no es contagiosa. En el mundo la predominancia del exceso de peso dañino para la salud se ha triplicado, especialmente en los entornos urbanos. Cada año mueren 2.8 millones de personas por enfermedades relacionadas a la obesidad y sobrepeso.

José Amat, cirujano especialista en cirugía bariátrica de Clínica Dávila, señala que “la obesidad es una enfermedad que ha aumentado en todos los grupos sociales, en todas las sociedades, tanto en el tercer mundo y sobre todo el primer mundo”. Chile es uno de los países de la región con un alto índice de desarrollo económico, según el último informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos). Lamentablemente, Chile es también el quinto país con mayores problemas de obesidad en la OCDE, y el peor evaluado a nivel latinoamericano.

La reducción de sal en el pan, la exigencia de presencia de productos saludables en colegios y la política de sellos negros en los alimentos, son sólo algunas de las medidas que Chile ha tomado para contribuir al desarrollo de una vida más sana y con buenos hábitos alimenticios. Respecto de las cirugías bariátricas, el especialista de Clínica Dávila señala que cuando se iniciaron los planes en la clínica, se atendían a dos obesos a la semana. “Hoy alrededor de 28 personas con sobrepeso semanalmente acuden a la consulta”, comenta. Esto nos da una indicación de la extensión del problema.

Enfermedades asociadas a la obesidad

Si bien “nadie muere de sobrepeso”, el especialista indica que esta, cada vez más frecuente afección, se asocia con otras que van mermando la calidad de vida de los enfermos de obesidad. Algunas de las dolencias que se desarrollan a partir de la obesidad son la hipertensión, diabetes tipo dos, apnea de sueño, compromiso de la función del hígado -llegando a producir otras más graves como hepatitis o cirrosis. “Muchas veces los países donde hay muchos obesos se da la indicación de trasplante por falla hepática, no por el hecho de tomar alcohol en exceso y por tiempo prolongado, sino simplemente por el hecho de ser obeso durante muchos años”, señala el cirujano.

Indica el especialista que en el caso de la diabetes tipo dos producida por el sobrepeso, los pacientes suelen llegar a la consulta por dudas secundarias por otras dolencias y no por la obesidad. Es el caso de las consultas osteoarticulares, también conocidas como reumatológicas. Son aquellas dolencias en huesos, articulaciones y ligamentos, muy presente en los casos de obesidad dado que los enfermos suelen cargar hasta con el doble de su peso normal, “Si este daño se mantiene en el tiempo puede llegar a una artrosis de la articulación y muchos de estos enfermos terminan con reemplazo de sus rodillas, con prótesis de cadera y otros para solucionar este problema”, dice el especialista.

Revirtiendo la obesidad: medidas de prevención y tratamiento

A pesar de las nuevas normativas alimentarias en Chile y el “boom” de la vida fitness, los índices de obesidad siguen siendo preocupantes. Revertir la obesidad no es sólo cuestión de buenos hábitos de alimentación y ejercicio periódico. Señala el especialista de Clínica Dávila que pasando la barrera de los treinta kilos, es prácticamente imposible volver a tener un peso saludable, “Sólo el uno por ciento de los pacientes con obesidad mórbida se recuperan con dieta y ejercicio”, dice.

El especialista recomienda las cirugías bariátricas como opción para el tratamiento de la obesidad mórbida. Estas intervenciones tienen por objetivo reducir la capacidad del estómago y controlar el apetito. En Clínica Dávila la más frecuente es la Manga Gástrica (70% de los pacientes) y el Bypass (30%), ambas con muy buen pronóstico y con un máximo de un 25% de tratamientos fallidos, considerando como fallido que un paciente pasado un año de la operación recupere más del veinte por ciento del peso perdido.

El apoyo de un equipo multidisciplinario conformado por psicólogos, psiquiatras y nutriólogos es fundamental en el éxito de la intervención, dado que la obesidad particularmente es una enfermedad que causa estragos también a nivel emocional, y por lo tanto necesita de un acompañamiento potente que encamine el cambio de vida real de los enfermos, en conjunto de una dieta balanceada y constante actividad física.