El dolor crónico es una enfermedad que se diagnostica clínicamente cuando la molestia persiste por más de tres a seis meses.

Si bien el dolor tiene una función protectora y convivimos con él a lo largo de toda la vida, hay que prestar especial atención cuando se presenta de forma demasiado prolongada.

En Chile, una de cada tres personas lo padece (32%), el 65% del total refiere una intensidad moderada y el 20% severa, y afecta mayoritariamente a adultos en edad productiva.

“El dolor crónico ha ido aumentando progresivamente a nivel mundial debido al aumento de la esperanza de vida, de los malos hábitos y de las enfermedades degenerativas y crónicas, tales como artrosis, obesidad, diabetes, hipertensión arterial, tabaco, cáncer, sedentarismo, depresión y alteraciones del ánimo”, señala la doctora Pamela Jorquera, anestesista de Clínica Dávila.

El dolor crónico es una enfermedad

La especialista advierte que no debemos considerar al dolor crónico sólo como un síntoma, porque actualmente es una enfermedad en sí, que debe tener un manejo adecuado y multidisciplinario.

“Por desgracia, generalmente la derivación es tardía, más del 50% tarda más de un año en consultar a un especialista.

El dolor crónico tiene síntomas físicos, anímicos, psicológicos y conductuales propios, y que producen al paciente diferentes grados variables de deterioro funcional, alteraciones del sueño, del ánimo, depresión, pérdida de la calidad de vida, ausentismo laboral e incluso la jubilación anticipada.

Tenemos una tremenda labor por delante para que sea diagnosticado a tiempo y disminuir el impacto que tiene en el paciente”, explica la anestesista.

Por otro lado, agrega la especialista, el dolor crónico altera negativamente al entorno familiar, social y laboral de los pacientes, de hecho, es la segunda causa de ausentismo laboral.

Diagnóstico

El dolor es la causa más frecuente de consulta y dentro de los principales diagnósticos de dolor crónico están:

  • Lumbago crónico: está asociado generalmente a sobrepeso u obesidad, sedentarismo y cirugía de columna.
  • Artrosis de columna lumbar, cervical, toráxica, rodilla, artrosis de cadera y hombro.
  • Fibromialgia
  • Síndrome miofascial (músculos del cuello, espalda y hombros)
  • Dolor neuropático crónico (neuropatías periféricas dolorosas, neuropatía diabética, neuralgia post-herpética, síndromes neuropáticos postquirúrgicos).
  • Migraña crónica.
  • Disfunción temporomandibular (dolor en la articulación de la mandíbula).
  • Artritis reumatoidea.
  • Tendinitis.
  • Epicondilitis (ejemplo codo del tenista).
  • Postoperatorio (cirugías de mama, tórax, amputaciones, fracturas y cirugías de columna).

“El dolor crónico no cumple una función protectora por lo que se considera una obligación tratarlo apenas se diagnostica.

Para indicar una terapia adecuada es necesaria una evaluación clínica completa del paciente por un equipo médico especializado en dolor”, afirma la doctora Jorquera.

Se debe determinar el tipo de localización, la intensidad del dolor y su característica.

Si es posible, se debe analizar la causa del dolor (existen ocasiones en que no se encuentra asociación), los factores que lo agravan o alivian, el impacto que ocasiona en la vida cotidiana del paciente, los tratamientos que recibió y las respuestas que tuvo.

Por otro lado, se deben evaluar y aclarar las expectativas que tiene el paciente, en cuanto a la recuperación y al tratamiento que recibirá.

“El paciente debe tener objetivos finales realistas. Lograr cero dolores, generalmente, no es posible, sí una disminución del 30 a 50% del dolor inicial”, asegura la anestesista.

¿Cómo manejar el dolor crónico?

Debido a que el dolor crónico incluye múltiples aspectos, el manejo adecuado requiere un abordaje multiprofesional y multimodal:  terapia farmacológica, terapia psicológica, rehabilitación física, modificación de hábitos y conductas, y técnicas intervencionistas para manejo del dolor.

Si bien es cierto que el dolor puede ser tratado en primera instancia por cualquier médico. El dolor crónico, especialmente el severo, debe estar manejado por profesionales especialmente dedicados a esto.

La Unidad de Dolor Crónico de Clínica Dávila está conformada por diferentes profesionales especializados en su manejo:

  • Especialistas en dolor.
  • Fisiatras.
  • Psicólogos.
  • Kinesiólogos.
  • Enfermeras.
  • Neurólogos.
  • Nutriólogos.
  • Terapeutas ocupacionales.

Todos los especialistas anteriormente mencionados, trabajan unidos desde diferentes puntos de vista para lograr mejorar la calidad de vida global del paciente.

¿Qué tratamientos existen para el dolor crónico?

Una terapia adecuada para el dolor crónico exige desarrollar un plan de manejo entre el equipo médico y el paciente.

Lo anterior, “porque la participación del paciente en la terapia es fundamental para el éxito”, asegura la especialista.

En este plan quedan definidos claramente los objetivo, que deben ser graduales; el tiempo requerido para alcanzar los objetivos; las terapias que se utilizaran; y, los controles a seguir.

Los tratamientos que existen para el dolor crónico son: fármacos: analgésicos, antidepresivos, anticonvulsivantes, medicación tópica, ansiolíticos y anticonvulsivantes.

  • Analgesia regional (con anestésicos locales).
  • Neuroestimulación.
  • Terapia física (fisiatría).
  • Terapia psicológica (técnicas de manejo del dolor).
  • Manejo intervencionista del dolor.
  • Cambios de hábitos (vida más saludable).
  • Intervenciones no médicas: acupuntura, masoterapia, reiki o aromaterapia.
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