¿Sabías que es normal que los lactantes – 0 a 6 meses – vomiten? Esto se debe a la inmadurez en el cardias, una especie de tapita que inhibe que la comida del estómago se devuelva al esófago. Su desarrollo máximo se consigue a partir del sexto mes de vida por lo que es muy común que el niño presente vómitos o reflujos previos a este periodo de tiempo.

Reflujo patológico

Para poder diagnosticar un reflujo patológico, el paciente debe presentar uno (o ambos) de estos síntomas:

  1. El peso del infante se ve comprometido a pesar de ser lactado o de estar tomando fórmula.
  2. Genera cuadros respiratorios a repetición debido a que la leche se va para los bronquios.

El neonatólogo derivará al lactante a un gastroenterólogo que realizará los siguientes exámenes para confirmar el diagnóstico:

  • Radiografía.
  • Endoscopía.
  • Test de evaluación, para descartar que sea alérgico a la proteína de la vaca.

Tratamiento

El tratamiento del vómito o reflujo dependerá del nivel patológico de la condición:

  • Bajo: el médico aconsejará a la madre sobre la mejor manera de lactar al niño.
  • Medio: se prescribirá antiácidos al paciente para disminuir el malestar.
  • Alto: en situaciones como estenosis hipertrófica, la recomendación será operar.

En el caso de los niños que son alérgicos a la proteína de leche de vaca, se indicará una dieta a la madre, que eliminará el consumo de alimentos con esta proteína (durante la lactancia).

Consejos generales

El doctor Miguel Gallardo, neonatólogo de Clínica Dávila, entrega los siguientes consejos para prevenir el vómito o reflujo en los niños:

  1. Hacer que la guagua se alimente más lento y pausado. Esto contribuye a que no aspire tanto aire. “Cuando el estómago se llena de aire comparte espacio con la leche que el niño está tomando. Como el niño continúa alimentándose – pues no se siente saciado – el aire debe salir como flatulencia y, al ser expulsado por la boca, sale con parte de la leche ingerida”.
  2. Calmar la ansiedad del lactante (por alimentarse) dando pecho de manera fraccionada. En vez de lactar por veinte minutos continuos, se recomienda hacerlo por cinco a diez minutos. En ese momento se detiene el proceso, se sacan los gases y se procede a alimentarlo de nuevo.
  3. Mantener sentada a la guagua mientras se esté lactando. Esta posición disminuye el reflujo o regurgitación.