Actualmente, uno de los problemas más latentes dentro del escenario escolar es el bullying . A todos nos complica llegar a pensar que nuestro hijo o hija pueda estar viviendo esta situación. Por este motivo y siendo el bullying un problema que a todos nos puede afectar, debemos ser proactivos sobre cómo prevenir o enfrentar esta situación. A continuación, Viviana Miranda, psicóloga infantil y de adolescentes de Clínica Dávila, comparte algunos consejos:

  • Refuerza la autoestima de tus hijos. Ayúdalos a identificar sus virtudes y el por qué son importantes para las personas que los quieren y rodean.

 

  • No minimices o bajes el perfil a lo que está manifestando el niño o niña que sufre de bullying. El no validar lo que está experimentando sembrará dudas sobre su actuar y sentir. No es normal que estas situaciones ocurran. No importa si el niño es sindicado como regalón, sensible o sobreprotegido. Siempre hay que investigar y actuar.

 

  • Entiende que no todos reaccionamos de la misma manera ante situaciones adversas. Pon en práctica el poder mental .

 

  • Involúcrate. No porque no te suceda a ti o a tu núcleo familiar, actuarás como adulto responsable. No olvides que un niño no puede solo contra el bullying.

 

  • Transparenta el conflicto y abórdalo de manera integral. El niño/a que sufre de bullying no es el único protagonista. También hay que intervenir con el agresor y  los compañeros de curso.

 

  • Demuéstrale a los niños que, ante situaciones de abuso o acoso, pueden apoyarse en los adultos.

 

  • Enseña técnicas de autocuidado. Por ejemplo, evitar situaciones donde se quede solo o sola con el agresor.

 

  • Trata a los hijos e hijas con respeto. Evita los garabatos o maltrato verbal hacia ellos. Recuerda que la regulación emocional y social de los adultos = regulación emocional y social de los niños.

 

  • Practica la tolerancia con los otros. Evita comentarios despectivos o tratos abusivos hacia los demás o ciertos grupos. Ten presente que los adultos somos moldeadores de la conducta de los niños.

 

  • No valides la violencia.

La pregunta que debemos hacernos los adultos ante una situación de bullying es: ¿qué haría yo si viviera situaciones de acoso o de abuso todos los días? ¿Cómo me gustaría que me ayudaran?