El varicocele es la dilatación patológica de las venas del escroto. En palabras simples, hablamos de varicocele cuando el cordón espermático o las venas que rodean a los testículos se inflaman provocando várices en el escroto, lo que produce aumento de volumen de esa zona, sensación de peso y, en ciertos casos, dolor.

Existen tres grados de varicocele, siendo el grado uno leve o moderado, el grado dos de mediana intensidad y el grado tres, un varicocele más avanzado que puede significar mayores complicaciones para el paciente.

Así como otras enfermedades de la zona testicular, el varicocele puede presentarse en uno (varicocele unilateral) o ambos testículos (varicocele bilateral), siendo más frecuente que el testículo izquierdo se vea comprometido por esta afección.

Causas del varicocele

Las causas del varicocele no son conocidas. Algunos expertos lo asocian a desórdenes hormonales o a problemas congénitos, es decir, a anomalías en la etapa de gestación.

Este problema muchas veces se explica porque las válvulas en las venas del cordón espermático no permiten un flujo adecuado de sangre, provocando la dilatación o ensanchamiento de éstas. No se han descubierto factores de riesgo para contraer varicocele.

Signos y Síntomas de varicocele

Si bien el varicocele generalmente no presenta síntomas significativos, el paciente puede sentir aumento del tamaño del escroto, hinchazón y sensación de peso. Estos signos se presentan especialmente cuando se realiza mucho ejercicio o al atardecer.

Esta patología rara vez ocasiona dolor para quien la sufre, siendo éste un indicativo importante para consultar con un especialista. En un varicocele severo, se aprecian a simple vista las venas hinchadas que comúnmente se describen como una “bolsa de tallarines”.

El varicocele se presenta comúnmente en niños que pasan a la pubertad o en adultos. Escasamente es una enfermedad que se manifieste en la primera infancia.

Complicaciones del varicocele

Los riesgos que pueden producirse por un varicocele no tratado son principalmente:

  • Atrofia testicular: debido a la presión que se genera sobre el testículo producto de la inflamación de las venas.
  • Infertilidad o problemas para concebir: debido a que puede aumentar la temperatura que requiere el testículo para producir esperma.

Tratamiento del varicocele

Contrario a lo que podría pensarse, el varicocele no siempre requiere una intervención. El doctor José Campos, urólogo de Clínica Dávila que trata adolescentes con esta condición afirma: “Cuando nosotros vemos un varicocele nos preocupamos de tres cosas: Si duele, que no se trate solo de una sensación, sino que sea realmente dolor; si existe una atrofia testicular, un testículo más pequeño que el otro; o que tenga un varicocele severo, (grado dos o grado tres). En estos casos se debe determinar si el paciente es candidato o no para cirugía.

El especialista afirma que en casos en los que no se presenten estas tres condiciones, el paciente se mantiene en observación y se realizan controles cada seis o doce meses para notar si alguno de los testículos crece o si se presenta dolor luego de este periodo de tiempo.

El tratamiento del varicocele se realiza principalmente en hombres adultos, cuando se descubre que el paciente presenta problemas de fertilidad producto de esta enfermedad. En menor grado se realizan intervenciones en hombres adolescentes.

Cirugía para el Varicocele: ¿En qué consiste?

La operación consiste en sellar la vena afectada para que la sangre que se acumula circule por las otras venas que funcionan normalmente. Se trata de una operación ambulatoria que puede realizarse interviniendo la zona directamente o por vía laparoscópica.

Esta última opción consiste en la introducción de un laparoscopio, un instrumento con un lente óptico que permite ver en el interior del paciente sin la necesidad de realizar un gran corte. Ambas son intervenciones con pocas complicaciones.

Existen pacientes que luego de la operación pueden volver a presentar varicocele. El porcentaje es de entre un diez a un quince por ciento. Además, la intervención en algunos casos puede desembocar en otra afección en la zona denominado hidrocele. Un hidrocele es un tipo de inflamación del escroto producido por acumulación del líquido que rodea el testículo. Si bien estos casos son poco comunes, deben tomarse en cuenta a la hora de optar por una intervención quirúrgica.