La varicela, también conocida como “peste cristal” es una enfermedad frecuente en la niñez.

Se produce por un virus llamado virus varicela zoster (VVZ) que pertenece a la familia de los virus herpes y es tan común que se estima que en Chile, el 90% la población adulta estuvo en contacto con él durante su niñez y adolescencia.

El doctor Luis Jorge Vergara, infectólogo infantil de Clínica Dávila, explica que se trata de una enfermedad infectocontagiosa que tiene distintas etapas desde el contagio con el virus hasta la recuperación de la enfermedad.

“Hay un período de incubación que dura entre 14 y 21 días, un periodo pre-eruptivo (antes de que aparezca el exantema o las pintas) que varía entre 2 y 4 días, el periodo eruptivo que dura 7 a 10 días en el que están las pintas, ampollas y costras sobre la piel y luego, viene el período de defervescencia de la enfermedad o de recuperación”, indica el especialista.

¿Por qué se le llama peste cristal?

Según señala el doctor Vergara, se conoce comúnmente de esa manera porque después que aparecen las manchas rojas en la piel, aparecen unas vesículas o ampollas chiquititas que cuando recién surgen son trasparentes tienen una consistencia firme que da la impresión de que fueran cristal.

“En el período pre-eruptivo la persona puede presentar síntomas como fiebre de intensidad variable, malestar general. Otras veces, no hay síntomas y solo aparece el exantema o las manchas que brotan a los cinco días después del contagio. Primero aparece una mácula, una mancha roja y plana que después de un día, se levanta transformándose en una pápula, una especie de mini volcancito”, detalla el doctor Vergara.

Ya a la semana de evolución, en la punta de la mácula aparece una vesícula transparente (como un cristal) y al octavo día, esta vesícula se vuelve turbia, se rompe y se forma sobre ella una costra.

“Todo este proceso se repite unas cinco veces y compromete el cuero cabelludo y las partes centrales del cuerpo. Pueden salir lesiones en mucosas, boca, conjuntivas y región genital”, dice el infectólogo.

¿Cómo se contagia el virus?

El virus de la varicela se contagia a través de la vía aérea, igual que el virus del sarampión o la influenza.

Se transmite fácilmente entre la persona infectada y aquella que nunca ha estado en contacto con el virus. Basta con tocar o inhalar pequeñas partículas del virus proveniente de las ampollas o la saliva de las personas enfermas al hablar o estornudar.

“Una persona que tiene el virus puede contagiar antes de que aparezca el exantema a través de la saliva. Una vez que aparecen las máculas, el líquido que contienen también libera partículas del virus. Es una enfermedad muy contagiosa”, recalca el especialista.

Niños y adultos

Lo más habitual es que el virus afecte a niños, pero también puede enfermar a adolescentes y adultos cuando estos no han estado en contacto con el virus.

En esos casos, la sintomatología se exacerba: más fiebre y mayor cantidad de lesiones en la piel. “Todas las enfermedades eruptivas son más sintomáticas en adolescente y en adultos jóvenes debido a su condición inmunitaria, por lo que la respuesta del organismo a la enfermedad es mayor y los síntomas son más exagerados”, dice el infectólogo.

Si bien, se considera una enfermedad benigna, puede tener complicaciones como encefalitis, infecciones bacterianas que se suman a las lesiones de la piel y problemas pulmonares.

“Es una enfermedad grave cuando se contagian recién nacidos, en el lactante menor, pacientes inmunodeficientes, pacientes que tienen enfermedades onco-hematológicas, personas con dermatitis atópica u otras dermatitis, pacientes que utilizan corticoides, pacientes trasplantados.

También es de cuidado cuando se trata de un caso secundario en la casa (a los hermanos les da con mayor intensidad) o brotes en recintos cerrados como sala cunas, internados, colegios”, advierte el doctor Vergara.

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