Los últimos 30 años de investigaciones sobre infancia han demostrado que, a diferencia de lo que se pensaba antes, los niños menores de 5 años sí pueden presentar dificultades emocionales. De acuerdo al estudio más grande realizado hasta la fecha (Rescorla et al, 2011), Chile sería el país que tiene la prevalencia más alta de problemas de salud mental en niños de 1 a 6 años.

Es por esto y considerando la relevancia que tiene este periodo en el posterior desarrollo del niño, en Clínica Dávila se crea la Unidad de Apego y Vínculos Tempranos con el objetivo de detectar precozmente dificultades asociadas al vínculo madre/padre-bebé, y para promover una crianza respetuosa y seguridad en el vínculo de apego del niño con sus cuidadores.

María Fernanda Flores, psicóloga infanto-juvenil de Clínica Dávila, explica que “de esta necesidad surge la iniciativa de crear una unidad especializada en la detección e intervención de dificultades pesquisadas en la relación afectiva madre-bebé, desde el periodo del embarazo hasta los primeros 5 años de vida del niño. Está orientada a la promoción de una crianza respetuosa y seguridad en el vínculo de apego, por medio del fomento de ciertas habilidades en los padres, tales como la atención, identificación y comprensión de estados emocionales negativos (tanto del cuidador como del niño), así como dar respuesta de manera contingente y adecuada frente a estos estados o demandas de los niños”.

Asimismo, la psicóloga señala que “las dificultades podrían manifestarse desde el embarazo, al experimentar, en algunos casos, sentimientos de rechazo o ambivalencia en relación al desarrollo del bebé y más aún cuando no es un embarazo deseado, o cuando el bebé presenta malformaciones o genopatías. O también la aparición de síntomas conductuales o emocionales durante los primeros años del niño, como, por ejemplo, problemas para dormir, de alimentación, pataletas, agresividad, ansiedad, problemas para relacionarse y comunicarse, niños extremadamente sensibles a estímulos ambientales, llanto excesivo, etc., que van a dificultar aún más la crianza y por ende la relación del niño con sus cuidadores”.

La unidad estará dividida en tres subunidades o grupos de atención:

  1. Embarazo adolescente.
  2. Mujeres embarazadas y de recién nacidos prematuros o portadores de malformaciones (o genopatías).
  3. Trastornos conductuales y/o emocionales asociados al vínculo del niño con sus cuidadores.