Para la trombosis venosa profunda hay varios factores de riesgo: dos de ellos son los viajes largos y los embarazos.

Los viajes largos, que realizamos en avión, en bus o en auto, suponen un riesgo de trombosis venosa profunda en algunas personas. Sin embargo, el problema no son los viajes en sí, sino la cantidad de horas que pasamos sentados y con poco movimiento mientras viajamos.

El doctor Humberto Pizarro, cirujano vascular de Clínica Dávila, explica que en estos casos, el factor de riesgo es la “estasis”. “La estasis se produce cuando una persona está muchas horas en la misma posición, lo que produce un enlentecimiento en la circulación de la sangre, lo que a su vez lleva a facilitar la ocurrencia de trombos”, señala el especialista.

¿Qué hacer entonces? Lo que se recomienda es que si una persona tiene un viaje de más de seis horas, se levante de su asiento y camine dentro del avión. Si el viaje es en auto, lo recomendable es hacer paradas durante el recorrido. ¿La razón? “Al caminar, lo que hacemos es activar la bomba muscular. Cuando caminamos, los músculos de las piernas se contraen y eso ayuda a bombear la sangre desde las piernas hacia el corazón y dar movimiento a esa sangre que se empieza a enlentecer. Lo ideal es que una persona se ponga de pie y camine cada una o dos horas y así prevenir la formación de un trombo”, explica el doctor Pizarro.

En el caso del embarazo, el especialista explica que existe un mecanismo mixto que lo convierte en factor de riesgo. “Por una parte existe un factor mecánico, ya que a medida que el útero va creciendo, genera un cierto grado de compresión a nivel de las venas de abdomen y pelvis, lo que enlentece el flujo venoso. Por otra parte, existe un factor hormonal, ya que en la embarazada se genera un importante aumento en la cantidad de hormonas femeninas circulantes, las que generan relajación y dilatación en la pared venosa, lo que se traduce también en estasis. También la mujer se empieza a preparar para el momento del alumbramiento, que es cuando la placenta se desprende del útero. En ese instante, se debe producir una homeostasis, es decir, el organismo debe dejar de sangrar y, para eso, el cuerpo de la mujer se prepara durante todo el embarazo, y lo hace con una mayor tendencia a generar coágulos, un poco más de lo habitual”, dice el cirujano vascular.

El síntoma más frecuente de una trombosis venosa profunda es el dolor de la pantorrilla, un dolor que es constante y permanente, distinto de lo que pudiera ser simplemente la molestia de las piernas cansadas. Junto con el dolor también puede haber hinchazón de las piernas.

Los síntomas pueden presentarse a las pocas horas de terminado el viaje o días después, por lo que es importante estar atentos a los signos y consultar con un especialista oportunamente.

Además de caminar cada cierto tiempo e hidratarse bien durante el viaje, otra herramienta de prevención es el uso de medias elasticadas que ayudan al retorno de la sangre desde las piernas al corazón.

Si viajaste o estás embarazada y sientes dolor en tus piernas, es fundamental consultar con algún especialista. Diagnosticar una trombosis venosa profunda a tiempo, permite una mejor solución del problema.