El trastorno bipolar es una enfermedad psiquiátrica de carácter crónico que afecta a cerca del 1,2% de la población, tanto a nivel mundial, como nacional.

Se trata de una patología que desestabiliza el ánimo de quienes lo padecen, cursando ciclos recurrentes en que los pacientes pueden pasar por largos periodos completamente estables, mientras que en otros momentos pueden vivir cuadros depresivos o de exaltación anímica.

Se ha visto que el trastorno bipolar es una de las patologías psiquiátricas que más características heredables tiene. Si bien, no se puede hablar de un único gen para identificarla, si se ha demostrado que hay una predisposición genética, no obstante, puede haber pacientes que tengan el gen asociado, pero no desarrollen nunca la enfermedad.

Tipos de trastorno bipolar

La intensidad de los episodios va a variar dependiendo de la clasificación del trastorno. Según la doctora Alejandra Parada, psiquiatra especialista en trastorno bipolar de Clínica Dávila, esta alteración del ánimo se puede categorizar en tipo I y tipo II.

El trastorno bipolar de tipo I se caracteriza por síntomas de manía, es decir, las fases de exaltación del ánimo del paciente son tan severas que son percibidas por su entorno, porque son capaces de alterar el funcionamiento de sus actividades, ya sea en términos académicos, laborales y/o familiares.

Un paciente maníaco cumple con las siguientes características cuando está en un periodo de activación:

  • No duerme o duerme pocas horas.
  • Tiene exceso de energía.
  • No mide riesgos.
  • Siente que tiene la razón frente a su entorno.
  • Se siente fácilmente atacado.
  • Autoestima elevada.
  • Sensación de grandiosidad con capacidades sobrenaturales.

Finalmente, el trastorno bipolar de tipo I se caracteriza por episodios depresivos con presencia de exaltaciones o activaciones del ánimo que irrumpen e interrumpen el funcionamiento del paciente, ya que como consecuencia se puede ver involucrado en situaciones como problemas económicos, familiares, abuso de sustancias y excesos en el consumo de alcohol.

Por su parte, el trastorno bipolar de tipo II, tiene una especial predominancia de cuadros depresivos, por lo que su principal característica es la hipomanía. A pesar de que también presenta exaltaciones del ánimo, son mucho menos intensas, tanto que muchas veces pueden ser muy sutiles para la familia y su entorno social.

Las principales características de los pacientes hipomaníacos en periodo de exaltación son:

  • Duerme menos.
  • Se interesa por muchas actividades extra programáticas.
  • Se cansa menos.
  • Habla más rápido que sus ideas.
  • Se siente más rápido y productivo.
  • No siempre concreta sus objetivos.

La doctora Parada explica que puede ser mucho más complejo detectar un trastorno bipolar de tipo II que el de tipo I, ya que cuando está viviendo períodos de exaltación pasa más desapercibido ante su entorno, porque cumple con “características que la sociedad prefiere, básicamente se cree que es bueno estar así, y los pacientes muchas veces tienen nostalgias de estos periodos”.

Lo anterior, porque cuando están en periodos de exaltación se caracterizan por ser personas mucho más productivas que de costumbre, lo que los mantiene contentos y ocupados.

Tratamiento para el trastorno bipolar

Lo fundamental del tratamiento para la bipolaridad en general, ya sea de tipo I o II, es que no está dirigida sólo a tratar los síntomas de la enfermedad, sino que a evitar que el paciente caiga en recurrencia, es decir, eludir futuros eventos. Para esto, es necesario utilizar medicamentos que son llamados antirecurrenciales, que según la especialista también son conocidos como estabilizadores.

A diferencia de lo que se piensa, los antidepresivos no juegan un rol fundamental para la terapia de estos pacientes, ya que, a pesar de que presenten síntomas del ánimo, con estos medicamentos el paciente no se va a mejorar, ni van a evitar que la enfermedad vuelva.

En cuanto a las diferencias en el tratamiento para ambos tipos, lo principal es el abordaje. “Probablemente el tipo II se beneficia mucho más que el de tipo I de apoyo psicológico, digamos de medidas no farmacológicas, pero en teoría el tratamiento farmacológico en ambos debería ser similar”, aclara la experta.

¿Cómo abordar a un familiar con trastorno bipolar?

La psiquiatra de Clínica Dávila asegura que lo principal para que un familiar pueda ayudar es mantenerse informado, de esta forma podrá comprender de mejor manera lo que le está ocurriendo al paciente, dejando de lado los prejuicios.

Además, agrega que es importante entender que estos pacientes son perfectamente funcionales, sin embargo, es muy relevante que la familia esté alerta a algunos cambios que muchas veces pueden ser muy sutiles, tanto, que en ocasiones ni los psiquiatras son capaces de percibirlos, porque hay que evaluarlos en la convivencia del día a día.