A pesar de su edad, sufría fuertes y constantes dolores de cadera que requerían de una intervención quirúrgica para recuperar la movilidad y mejorar su calidad de vida.

A sus 28 años, Sebastián no podía caminar con normalidad, necesitaba apoyo para trasladarse y por momentos quedaba inmovilizado. El joven de Iquique, incluso tuvo que dejar de trabajar, ya que las molestias con el tiempo se acrecentaron. 

“Empecé a tener dificultades para desplazarme, lo que después se transformó en un dolor intermitente en la cadera. Luego, ya no podía estar de pie sin apoyo, me costaba moverme y los medicamentos no me hacían efecto”, señala Sebastián.

Sin saber qué le estaba sucediendo, comenzó a buscar ayuda médica, pero los tratamientos indicados no lograron quitarle los síntomas, por lo que le recomendaron viajar a Santiago para visitar a un especialista en cadera. Así, en el mes de agosto llegó al Centro de Traumatología y Ortopedia de Clínica Dávila, donde fue atendido por el Dr. Claudio Rojas. 

“Pese a su corta edad, Sebastián presentaba complicaciones en la articulación que mostraban un gran deterioro en la zona, por lo que tuvimos que realizar una cirugía en el lado derecho por una rotura de labrum, lo que en términos simples significa una lesión en el estabilizador de la cadera. El objetivo de esta intervención era que pudiese volver a caminar sin molestias”, señala el especialista.

Esta lesión ocurre cuando hay accidentes o desgaste de la articulación, ya sea por anomalías estructurales, es decir, una irregularidad al nacer o por la ejecución de movimientos repetitivos. Esto genera dolor en la región inguinal, en la parte anterior de la cadera, que puede irradiarse al glúteo.

El procedimiento recomendado para esta condición es la  artroscopia de cadera, que consiste en una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que permite tratar patologías como pellizcamiento de cadera o el desgarro que tenía Sebastián.

La cirugía se realizó de manera ambulatoria, por lo que en menos de 12 horas recibió el alta médica. Luego, estuvo dos semanas en recuperación y hoy avanza rápidamente en su terapia de rehabilitación, apoyado por un equipo multidisciplinario, conformado por traumatólogos y kinesiólogos de Clínica Dávila. “Volví a mi casa con la oportunidad de caminar”, afirma el paciente. 

El equipo de la Unidad de Cirugía de Cadera y Pelvis tiene gran experiencia en el manejo tanto del trauma (fracturas) como de las enfermedades degenerativas de la cadera tales como la artrosis y el pinzamiento femoroacetabular. Conoce más aquí