El cáncer de colon y recto es una enfermedad que lamentablemente está creciendo en nuestro país, al igual que en los países desarrollados. ¿La razón? Existen varios factores, debido a que hemos adoptado una serie de conductas de países occidentalizados: comidas ricas en grasas, poco consumo de alimentos altos en fibra, obesidad y sedentarismo. Todos estos son reconocidos factores de riesgo para el desarrollo del cáncer.

El mejor pronóstico del cáncer colorrectal se logra cuando su diagnóstico se realiza en etapas tempranas o precoces. Es por esto que se han desarrollado una serie de exámenes para su detección precoz.  El doctor Ricardo Villalón, coloproctólogo de Clínica Dávila, explica en qué consiste cada uno:

Test de hemorragias ocultas en deposiciones: En algunos países, este examen es utilizado como screening, es decir, se aplica en forma masiva a pacientes sanos con ciertos factores de riesgo y sus resultados se utilizan para discriminar quiénes podrían tener algún tipo de lesión para indicar otros exámenes más específicos. Consiste en la recolección de muestras de deposiciones del paciente por un período determinado, las que luego son analizadas en busca de restos de sangre que no son visibles a simple vista, esto pudiera indicar algún tipo de enfermedad en el tubo digestivo.

Se recomienda que mientras se tomen las muestras, el paciente no ingiera antiinflamatorios, no coma carnes rojas ni alimentos altos en vitamina C, para evitar falsos positivos.

Colonoscopía: Éste es un examen que se indica para estudiar el colon y el recto en busca de alguna lesión o alteración de las mucosas. Es realizado por un médico endoscopista. Consiste en la introducción de un endoscopio, un tubo flexible que dispone de una cámara en su extremo y que permite al especialista visualizar la superficie de la mucosa (ver el interior del colon y recto) y tomar muestras (biopsias) para su estudio. Para realizar este examen es necesaria una preparación que permite limpiar el colon y el recto de material. El tipo de preparación va a depender de la preferencia del endoscopista que realice el procedimiento y de las enfermedades que presente el paciente. Durante el examen, el paciente está sedado, su presión arterial es monitorizada en forma continua, igual que su pulso y el oxígeno que está respirando.

Rectosigmoidoscopía: se trata de un procedimiento endoscópico ambulatorio, menos invasivo que una colonoscopía. Se introduce un instrumento flexible o rígido que permite visualizar el ano, recto y sigmoide distal del tubo digestivo (no visualiza el colon en su totalidad).

El examen a utilizar va a depender principalmente de las condiciones generales del paciente, su motivo de consulta, los factores de riesgo personal y familiares.