Pese a que no suele ser muy conocida, la cirugía plástica pediátrica ayuda cada año a miles de niños afectados por diversos defectos congénitos o que han sufrido accidentes que hacen necesaria una intervención quirúrgica. Esta rama de la medicina atiende a pacientes desde su nacimiento hasta los 15 años de edad y, en el caso de los traumas, se encarga de ellos y de sus secuelas, especialmente en casos graves que llegan de urgencia a clínicas y hospitales a lo largo del país.

Al respecto, la cirujana plástica infantil, doctora Carolina Correa, enfatiza que “Clínica Dávila tiene cirujanos plásticos pediátricos todos los días de la semana, las 24 horas del día para atender cualquier emergencia de trauma”. Dentro de ellas se encuentran las quemaduras, para las que la clínica es un centro de derivación para pacientes en todo Chile, trabajando con sus secuelas como son las infecciones graves de la piel y daños extensos en este órgano, “los que deben ser reparados de la mejor manera para que los niños vuelvan a la normalidad, con una calidad de reconstrucción que sea desde el inicio lo mejor posible”, agrega la especialista.

Tratamiento de quemaduras en niños y adolescentes

La doctora Correa reitera la experiencia que posee Clínica Dávila en el tratamiento de quemaduras en niños y adolescentes. “Somos centro de derivación porque tenemos todos los estamentos necesarios para poder tratar una quemadura en forma integral. Tenemos una UCI pediátrica que es capaz de estabilizar al paciente, así como también poseemos un equipo de cirujanos capaces de reconstruir la piel que se quemó”, así como también las herramientas necesarias para la rehabilitación a la que deberá someterse el paciente quemado durante varios meses e incluso durante años. “Es un tratamiento extenso, complejo y difícil de abordar”, agrega la profesional.

En este sentido, el grado de recuperación de un niño o adolescente quemado dependerá no solamente de su diagnóstico, sino también de su tratamiento inicial. Es fundamental que el paciente reciba, en primer lugar, una buena estabilización e hidratación, pero también “que dicho tratamiento quirúrgico sea adecuado desde el comienzo. Nosotros en Clínica Dávila tenemos disponibilidad de usar todo tipo de pieles y productos similares a la piel”, comenta la doctora, enfatizando en la importancia que estos procedimientos tienen en la curación de las secuelas de accidentes y quemaduras.

Ahora bien, en las primeras etapas de la quemadura -durante las primeras dos semanas de tratamiento-, la doctora Correa señala que “se debiera usar coberturas temporales lo más parecidas a la piel y, dentro de ellas existen algunas de carácter sintético, otras biológicas y otras biosintéticas, por lo que si pasadas dos semanas las heridas no han comenzado a sanar existe la posibilidad de injertar piel o sustitutos de ella”.

¿Qué debemos hacer si un niño se quema?

En general, la especialista comenta que “un niño que se quema habitualmente tiene alrededor de dos o tres años, ya está caminando y se accidenta generalmente en presencia de un adulto, por ejemplo, debido a la cercanía con una taza de té”. Cualquiera sea el motivo, “lo primero que se debe hacer es sacar la ropa al niño y ponerlo debajo del agua fría durante media hora. Luego de eso, debemos cubrirlo con una toalla o una sábana y trasladarlo inmediatamente a un servicio de urgencias”, enfatiza la cirujano.

Finalmente, la doctora Correa recalca la importancia que posee acercar a las personas a la idea de que la cirugía plástica pediátrica es posible, está disponible y en Clínica Dávila existen buenos profesionales y buenas técnicas de tratamiento, cualquiera sea el motivo de consulta de los padres en dicha área.