Cuando existe fractura costal, es decir, la rotura de uno o más huesos que conforman el grupo óseo que conocemos como costillas, nuestra caja torácica pierde forma, el molde rígido que tiene como función proteger nuestros pulmones y corazón, impidiendo que el sistema respiratorio funcione con normalidad.

Existen dos grandes grupos de personas que padecen fracturas de costillas: aquellos que han sufrido accidentes de tránsito de alta energía y que representan el grupo más complejo, puesto que frecuentemente presentan otras lesiones, muchas veces con riesgo vital. Los pacientes más leves son quienes han tenido caídas en casa. Los adultos mayores que necesitan implementos para mantener estabilidad al moverse son propensos a este tipo de fracturas. El descenso en bicicleta, atropellos y deportes de contacto también son frecuentes focos de trauma de tórax.

Estabilizar la pared torácica es fundamental y para esto se utilizan dispositivos similares a un mecano: placas y barras que se atornillan a las costillas para devolver la forma e inmovilizar la fractura, evitando que los pacientes sufran un intolerable dolor y que no dependan de un ventilador mecánico, o bien el tiempo de ventilación artificial sea el menor posible. El especialista en cirugía de tórax, Juan Emilio Cheyre, cirujano de Clínica Dávila señala que “de esa forma, la pared torácica puede moverse en forma normal y evitamos el dolor, las alteraciones a la movilidad, complicaciones torácicas o pulmonares graves que se producen por no respirar apropiadamente”.

Complicaciones de fractura costal

Una de las complicaciones que pueden presentarse en caso de una fractura de costillas es la atelectasia, una alteración de la estructura pulmonar donde colapsa el espacio aéreo reduciendo el tejido del pulmón. En el caso de una fractura, es de tipo aguda y puede ser catalogada como total (ambos pulmones), lobar (un lóbulo o segmento de uno de ellos) o segmentaria (partes de los pulmones). En general, es una fracción del pulmón que al colapsar no puede ventilarse de manera apropiada, convirtiéndose en un foco infeccioso y de problemas respiratorios que pueden resultar crónicos, además de estar acompañado con dolor intenso y fiebre.

“Los pulmones necesitan estar inflados con una cantidad de aire en forma continua. Cuando uno bota el aire el pulmón nunca se desinfla completamente, siempre le queda un poquitito de aire que lo mantiene parcialmente inflado. Cuando uno no respira apropiadamente, por dolor por ejemplo, el pulmón paulatinamente se empieza a desinflar”, explica el especialista. La atelectasia puede desembocar en otras complicaciones como neumonía e infecciones que afectan directamente el tiempo y calidad de la rehabilitación tras una fractura de costillas o de otro tipo de trauma torácico.

Si bien este sistema “mecano” soluciona con una cirugía cada vez menos invasiva la reconstrucción de la pared torácica, no es un tratamiento recomendado para todos los pacientes o todas las fracturas de costillas. En pacientes con un sólo hueso fracturado o con una recuperación de tiempo corto, o cuando la lesión tiene más de una semana de antigüedad el resultado de la cirugía no será el esperado. “El máximo beneficio se obtiene cuando el paciente consulta precozmente y podemos resolver la situación dentro de la primera semana. Luego empieza a disminuir progresivamente la efectividad de la intervención”, indica el cirujano de Clínica Dávila.

Esta cirugía también es requerida en pacientes que necesitan reconstruir por estética su tórax. Se reestructura “la pared torácica de forma que sea más simétrica, más armoniosa, y que también permita una mecánica mejor. El paciente puede respirar de forma apropiada y cómoda, aun cuando le falten varias costillas y un pedazo grande de la pared torácica”, aclara el facultativo.

En pacientes que han sufrido grandes traumatismos por accidentes la cavidad torácica puede deformarse, al igual que en casos de cáncer donde el tratamiento de un tumor implica resecar grandes segmentos de la pared del tórax, por lo que el resultado es una deformidad que visualmente afecta la autoestima de los pacientes.