La cirugía de cataratas o facoéresis es una intervención masiva, que está entre las más realizadas por los oftalmólogos.

Según el doctor Luis Sotelo, oftalmólogo de Clínica Dávila, este procedimiento quirúrgico tiene éxito en un 95% de los casos, con una notable mejora en la calidad de vida del paciente.

Como toda cirugía, existe un riesgo relativo de presentar complicaciones, generalmente en los pacientes que tienen problemas previos, pero éstas llegan a menos del 2 o 3%. El principal riesgo son las infecciones postoperatorias, por lo que es muy importante seguir las indicaciones que hace el médico.

“El éxito de la cirugía depende también de evaluar bien al paciente, hacer los chequeos pre quirúrgicos y ver cuáles son sus expectativas, versus lo que nosotros podemos ofrecer con el procedimiento. Un adulto normal, que tiene la retina sin problemas, no tiene el nervio óptico afectado y no tiene glaucoma, va a lograr su máxima capacidad visual tras la intervención de cataratas. Y cumpliendo las indicaciones, generalmente a las dos semanas, el paciente ya está viendo al 100%, aunque incluso al día siguiente o a los 2 días ya está duplicando o triplicando la visión previa a la cirugía; los pacientes empiezan a ver el cambio en forma inmediata”, cuenta el especialista.

La facoéresis es una intervención ambulatoria que no dura más de 20 minutos, si no hay ninguna complicación. En Clínica Dávila, desde que entra el paciente a pabellón hasta que sale, transcurre alrededor de una hora.

Por lo anterior, generalmente el post operatorio es muy rápido, sencillo y sin dolor. “Uno suele dejar licencias por dos semanas y en ese tiempo el paciente ya está bien. El único cambio visible, que a veces reportan los pacientes, es un reflejo en la pupila, lo que es normal pues se debe al cambio del cristalino por un lente intraocular”, cuenta el médico.

Asimismo, las indicaciones de cuidado post cirugía que se entregan al paciente son muy básicas, pero es muy importante que se cumplan para poder asegurar los mejores resultados y evitar complicaciones, como la infección.

Las principales indicaciones que realiza el médico al paciente post facoéresis son las siguientes:

  • Efectuar un reposo relativo por dos semanas, cuidando en especial el ojo de cualquier inflamación o infección.
  • Usar por dos semanas un protector ocular, que evita que el paciente altere la cirugía involuntariamente, en especial cuando duerme.
  • Aplicar antibióticos en gotas cada dos a tres horas, por dos a tres semanas, para prevenir la infección. En algunos casos específicos, también se recetan antiinflamatorios y corticoides en gotas, entre otros medicamentos. El doctor destaca que hay que usar exclusivamente lo que indicó el médico y no usar tratamientos caseros, algo que haya funcionado con alguien más o que le den en la farmacia.
  • Seguir el plan de controles programados, que consiste en un control al día siguiente de la cirugía para vigilar la presión del ojo y el estado general. Hay un segundo control, una semana después de la cirugía y, el último, al mes de la operación.

En el control del mes, el oftalmólogo receta al paciente el lente definitivo, ya que la operación cambia la refracción del paciente. “Hay personas que antes de la cirugía usaban lentes de lejos y después ya no los necesitan. Aun así, depende del lente intraocular que se coloca. Si usamos el monofocal, que es el más común, el paciente queda viendo bien de lejos y de cerca, con lente de presbicia. La otra opción es poner un lente multifocal, que es más costoso y menos común, y así esos pacientes pueden quedar sin necesidad de usar lentes de lejos ni de cerca; sin embargo, en este caso se necesita de indicación facorrefractiva, y se aprovecha de eliminar la catarata y, al mismo tiempo, el vicio de refacción”, añade el doctor Sotelo.

Sin embargo, lo más común es operar al paciente para retirar la catarata y para que aumente su agudeza visual de lejos y de cerca, queda usando anteojos.

¿Es posible operar los dos ojos a la vez? Según el médico, todos los estudios demuestran que no es recomendable, porque si ocurre una complicación en un ojo, como una infección, se va a infectar también el otro ojo, “que es el principal riesgo que tenemos, la infección es nuestro fantasma”, puntualiza. “En realidad, desde el punto de vista ético y de prevención de infecciones, lo que se recomienda es operar un ojo un día y, con una semana de diferencia, el otro, porque también es importante ver la evolución del paciente”, cuenta el doctor.