Los niños y adolescentes en Chile son cada día más sedentarios y las tasas de obesidad han aumentado de forma exponencial en los últimos años. El traumatólogo infantil y especialista en medicina deportiva infanto-juvenil, Hugo Vásquez Díaz de Clínica Dávila advierte que, a pesar de esta realidad, niños y adolescentes se presentan sistemáticamente a urgencias por fracturas esguinces y contusiones, relacionadas a actividades deportivas o accidentes, constituyendo los motivos de consulta más frecuentes en este segmento de edad.

“Los padres buscan que sus hijos “se muevan” y en ese afán no se toman los resguardos apropiados”, dice el facultativo. “Un ejemplo concreto son las camas elásticas. Hoy en día son un verdadero boom, casi todos los niños tienen una cama elástica en el patio. Pero pocos padres siguen las instrucciones de uso. Si tenemos dos hijos, uno que tiene cinco años y uno que tiene diez años y los dos están saltando dentro de una cama elástica, van a chocar en algún momento. El niño más grande va a lanzar lejos al pequeño y lo más probable es que el niño de cinco años termine con una lesión importante”, dice el especialista.

Las lesiones musculoesqueléticas más comunes en los niños y adolescentes

Las lesiones musculoesqueléticas en niños y adolescentes son consecuencia de dos tipos de impacto: Por una parte, existen los macros traumatismos producidos por un solo evento, como en una contusión, esguince o fractura. Por otra parte, están los microtraumatismos, frecuentes en actividades reiteradas como, por ejemplo, en el choque repetitivo que se produce en el pie contra el piso al trotar. Se denominan también lesiones por sobreuso y son habituales en jóvenes deportistas.

Fracturas en niños y adolescentes

El doctor Vásquez aclara: “una fractura es una pérdida de la estructura del hueso, una pérdida de continuidad del tejido, una alteración de su estructura ósea normal. A diferencia de los adultos, el hueso del niño tiene muchísimo más porcentaje de agua y esto sumando al cartílago de crecimiento, hace que sea una estructura considerablemente más elástica”.

Clasificación de fracturas en niños

El facultativo explica que “los niños pueden tener pequeñas fracturas que pasan inadvertidas. Muchas veces hemos escuchado el término “fractura en tallo verde”. Si imaginamos la rama de un árbol verde, lo tomamos y lo tratamos de romper, lo más probable es que le quiebre sólo un borde porque tiene una estructura elástica. Eso es exactamente lo que pasa en los niños. Existen muchas fracturas en las cuales el hueso del niño se “arruga”, deforma o rompe parcialmente. En todos estos ejemplos el hueso está fracturado. Independiente del tipo de fractura, resulta interesante que los niños suelen tener muy buena tolerancia al dolor. Pueden tener fracturas, los papás desestimarla, después de una semana consultar y tener efectivamente una lesión en el hueso sobre la cual no se hizo el diagnóstico”.

“Esto es muy interesante”, señala el traumatólogo. “Un adulto, con una fractura de pierna, por ejemplo, de tibia, no va a poder caminar, va a tener mucho dolor y va a llegar a la urgencia. Por otra parte, los niños incluso pueden seguir jugando y en un par de días recién presentar aumento de volumen, dolor y consultar. Ésta es la gran diferencia de las fracturas entre niños y adultos. La elasticidad del hueso de los pequeños determina que estas lesiones no generen en el niño un compromiso funcional que impida que siga realizando sus actividades cotidianas.

Cómo prevenir las fracturas y lesiones musculoesqueléticas en niños y adolescentes

El doctor Vásquez hace énfasis en la prevención, sobre todo en los niños sin preparación física: “Muchos papás llevan a sus hijos a ciertas actividades de riesgo, cómo fútbol, deportes de contacto, esquí, skate, bicicleta, etc., a edades cada vez más tempranas y sin el equipamiento ni las precauciones adecuadas. Muchos niños no están capacitados para salir de su rutina de forma abrupta, son muy sedentarios. Y en este contexto, los papás les dicen ¡Hijo, vamos a ir a esquiar! O se da la situación que el niño, vio en la tele un skate, inmediatamente se entusiasma y dice ¡Papá, cómprame un skate! En ambos casos, resulta que el pequeño no tiene mucha experiencia en actividad física, es un poquito gordito, no tiene buen equilibrio y en la necesidad de que el niño haga deporte, los mismos padres los exponen a lesiones.

El doctor Vásquez es categórico “Soy un completo defensor del deporte infantil, me encanta que los niños hagan deporte. Pero debe ser regulado, controlado y el niño debe tener un mínimo de preparación para realizarlo, sobre todo en deportes o actividades exigentes”.