Las inyecciones de toxina botulínica para la migraña son un procedimiento en el que se ocupa un producto biológico, administrado por un neurólogo de manera subcutánea en las regiones frontal temporal, occipital, suboccipital y en musculo trapecio,  y que actúa como inhibidor neuromuscular.

Que sea un inhibidor neuromuscular quiere decir que bloquea la transmisión de los impulsos nerviosos, anulando las aferencias que van desde esas zonas hacia el cerebro. Estas pueden gatillar o mantener una crisis migrañosa.

En cuanto a la efectividad de esta terapia para la migraña, existe evidencia científica sólida que ha demostrado que las inyecciones de toxina botulínica ayudan en el tratamiento para la migraña crónica.

¿Qué es la migraña?

La migraña es una enfermedad crónica, en la que el cerebro produce episodios de dolor característicos asociados a náuseas y vómitos.

Algunos pacientes también pueden presentar ‘aura’, que es un síntoma neurológico que aparece previo al inicio del dolor y que puede ser visual, sensitivo, motor o de lenguaje.

Es una patología hereditaria, en que el gen se transmite entre generaciones. Es más frecuente en mujeres.

Aproximadamente el 15% de las mujeres son migrañosas, a quienes se acentúan los síntomas después de la menarquia. Mientras que solo un 5% de los hombres la padecen.

La causa de la migraña está originada en una alteración en los canales iónicos a nivel cerebral, lo que resulta en que el cerebro de estos pacientes, ante estímulos inespecíficos, como son el estrés, ciertos alimentos, o trastornos del sueño reaccionan provocando dolor de cabeza.

Candidatos para usarla

Los pacientes que padecen migraña crónica, que corresponden entre un 0,5% y 2,5% de la población, pueden acceder a este tratamiento y, además, deben cumplir con ciertas características específicas.

Las principales son:

  • Ser mayor de 18 años.
  • No utilizar anticoagulantes.

La migraña crónica se diagnostica cuando una persona tiene más de 15 crisis de dolor de cabeza al mes, de manera constante.

Es una de las cuatro enfermedades más invalidantes que existe, según por la Organización Mundial de la Salud, porque empeora la calidad de vida de los pacientes a nivel personal, social y laboral.

¿Por qué es un buen tratamiento?

El tratamiento de las inyecciones de toxina botulínica son una buena terapia para la migraña porque son seguras y efectivas.

A dos años de aplicarla de manera continua cada tres meses mantiene sus efectos. En el primer ciclo un 50% de los pacientes responde; al segundo ciclo, el 60%; y, al tercero un 70%.

Por otro lado, su uso en pacientes con migrañas episódicas y crónicas, que no responden a tratamientos convencionales orales, ha demostrado tener un 75% o más de efectividad.

Asimismo, agrega que, esta terapia tiene menos efectos adversos.

Mejora la discapacidad que producen las migrañas, aumenta la adherencia al tratamiento, con un perfil superior en relación con la terapia oral y disminuye la tasa de abandono.

¿Cómo se realiza la terapia?

Las inyecciones de toxina botulínica para la migraña son realizadas por un neurólogo capacitado, quien administra de manera subcutánea en las regiones anteriormente mencionadas, 31 puntos con una dosis estándar en cada uno.

El suministro de la toxina es un procedimiento ambulatorio, de sencilla preparación y aplicación. No requiere de anestesia.

¿Tiene efectos secundarios?

Es un tratamiento muy seguro y que, generalmente, tiene pocas complicaciones, pero existen algunas reacciones secundarias, la más frecuente son:

  • Dolor local.
  • Blefaroptosis (caída parcial o total del párpado superior).
  • Debilidad muscular.

En caso de mantener estas molestias con el tiempo se recomienda asistir al especialista que administró las dosis de la toxina.

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