Si alguna vez te doblaste el tobillo, tienes un mayor riesgo de repetir este tipo de lesión conocida como esguince.  Esta repetición de lesiones o un esguince de mediana gravedad, puede tener consecuencias cuando no se hace el tratamiento indicado o se apura el tiempo de recuperación del ligamento afectado.

Distintos estudios señalan que hasta el 40% de los pacientes que han tenido un esguince de tobillo siguen sintiendo dolor incluso cuando ya ha transcurrido medio año desde la lesión.

El doctor Pablo Besser, traumatólogo especialista en pie y tobillo de Clínica Dávila, dice que el pinzamiento de tobillo es “una consulta muy común después de uno o varios esguinces, ya sean recientes o con años de evolución, en los que el paciente siente el dolor anterior del tobillo al forzarlo más en flexión dorsal, es decir, llevar el pie hacia arriba”.

Esto se produce porque tras un esguince, el ligamento afectado suele producir una cicatriz debido al estiramiento excesivo que tuvo y esta cicatriz es la que se “atrapa” en la articulación cuando se mueve. “En otros casos se producen osteofitos, o crecimiento del reborde óseo del tobillo, que pinzan aún más los tejidos blandos y tras la práctica de deportes, el tobillo duele y puede inflamarse por algunos días”, indica el especialista.

Para diagnosticar el pinzamiento, generalmente se realiza una resonancia magnética de tobillo para confirmar este diagnóstico. Este examen, también ayuda a descartar otro tipo de problema que esté afectando a la articulación.

Confirmado el pinzamiento, la mayoría de las veces suele solucionarse con kinesioterapia. Si eso no es suficiente, se considera una inyección de antiinflamatorios en la zona como complemento.

En casos muy específicos y cuando todo lo anterior no es suficiente se recomienda una cirugía. “La cirugía se sugiere, especialmente, si además, el pinzamiento se acompaña de inestabilidad crónica, que habitualmente va de la mano en estos cuadros. En general, es una cirugía de resección o retiro del pinzamiento óseo y la reparación de los ligamentos, ya sea mediante una artroscopia o cirugía mínimamente invasiva o a veces técnicas mixtas en que se requiere abrir un poco para reparar los ligamentos, o bien resecar pinzamientos óseos muy grandes”, señala el traumatólogo.

El doctor Besser, advierte también que la inestabilidad del tobillo es otra consecuencia frecuente de los esguinces. “Esta consiste en la sensación de inestabilidad en la articulación, inseguridad que puede persistir aun después de la recuperación. También se puede presentar con varios esguinces leves a repetición en el mismo tobillo”, señala.

Para diagnosticarla, se indican radiografías forzando la amplitud de la articulación o una resonancia magnética de tobillo. El tratamiento, está dirigido al fortalecimiento de los músculos, tendones y ligamentos de la articulación, concluye el especialista.