La histerectomía es una cirugía recomendada para mujeres que hayan cumplido su paridad y que manifiesten dolores en la zona pélvica o sangrado excesivo.

¿Quién puede someterse a ella?

En ocasiones, independientemente de si se ha tenido hijos, la histerectomía también está indicada con el fin de tratar alguna patología que ponga en riesgo la vida de la paciente o pueda dañar de manera irreversible su salud y calidad de vida.

Existen múltiples diagnósticos  que ameritan esta intervención. La histerectomia se puede indicar por patologias benignas y malignas, existiendo algunas diferencias en cuanto al abordaje y a la extensión de la operación.

El doctor Nicolás Guiloff, ginecólogo de Clínica Dávila, explica que “la histerectomía consiste en sacar el útero, conservando – o no –  los ovarios dependiendo de la edad y de la indicación quirúrgica”.

La laparoscopía es una de las vías de abordaje más recomendadas. Principalmente en patología benigna, la que “consiste en la introducción de una cámara por el ombligo y la ejecución de tres pequeñas incisiones de 5 mm en la línea del bikini, en las que se introducen los instrumentos operatorios, mientras que la extracción se lleva a cabo por la vagina”, recalca el doctor Guiloff.

De las mujeres que se someten a esta cirugía, los diagnósticos más frecuentes son:

  • Miomas (tumores benignos en el tejido muscular del útero).
  • Adenomiosis (engrosamiento del útero).
  • Problemas de apoyo pélvico.
  • Sangrado uterino anormal.
  • Dolor pélvico crónico.
  • Algunos tipos de cáncer ginecológico.
  • Entre otras.

¿Cuáles son los beneficios de la histerectomía laparoscópica?

El especialista afirma que para aquellas pacientes que deban someterse a una histerectomía, la laparoscopía es mínimamente invasiva, por lo que tiene una serie de beneficios, entre los cuales destacan:

  • Menos dolor.
  • Estadía hospitalaria más corta.
  • Disminuye el uso de analgésicos.
  • Retorno más rápido a las actividades habituales.
  • Pequeño tamaño de sus cicatrices.
  • Menor riesgo de infección.
  • Se pierde menos sangre durante la cirugía.

Además, laparoscopía permite visualizar todos los órganos de la pelvis y el abdomen, lo que ayuda a evaluar y tratar otras causas asociados a la patología pélvica.

“Con los instrumentos actuales y el entrenamiento de las unidades de endoscopía, los resultados en cuanto a sangrado y complicaciones post operatorias son muy alentadores”, explica el experto.

Recuperación tras la cirugía

Las indicaciones post operatorias son:

  1. Reposo relativo.
  2. Régimen cero las primeras seis horas, para después pasar a régimen líquido y/o liviano según tolerancia.
  3. Abstinencia sexual por 60 días.
  4. Evitar el uso de tampones y las duchas vaginales.
  5. No levantar objetos pesados.

Caminar ayudará a prevenir coágulos de sangre en las piernas. Y las primeras 24 a 48 horas se recetarán medicamentos para evitar la trombosis venosa profunda.

Independientemente del tipo de histerectomía a la que fue sometida la paciente, siempre se recomienda acudir al profesional de atención médica para realizarse los exámenes ginecológicos correspondientes.

Lo anterior, porque el motivo inicial de la operación determinará si es necesario seguir en observación, además de detectar alguna potencial enfermedad futura.

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