La lesión acromioclavicular es una lesión que se produce en el hombro por caídas a nivel, es decir, caídas de paso o sobre superficies; o por caídas deportivas (jugando fútbol o practicando bicicleta). Es una lesión a los ligamentos que unen los huesos de la clavícula con el acromión y la coracoides. Dependiendo de la gravedad de la lesión puede comprender desde simples esguinces hasta la rotura completa de los ligamentos.

El diagnóstico de esta lesión se basa en el examen físico realizado por el médico y en la toma de una radiografía del hombro, donde se observará el desplazamiento de la clavícula y ayudará a definir el nivel de gravedad.

“La disyunción acromioclavicular generalmente se puede tratar de dos formas: conservador u ortopédico y cirugía. La mayoría de estas lesiones son tratadas de manera conservadora y solamente las diagnosticadas como más graves tienen indicación quirúrgica. El tratamiento de la cirugía también dependerá de la gravedad de la disyunción categorizada del 1 al 6 según la escala de Rockwood, siendo el número 6 la más grave pero, a su vez, la menos frecuente”, explica el doctor Julio Terán, traumatólogo de Clínica Dávila.

Como toda cirugía, es una intervención compleja, en la que se requiere un alto conocimiento de anatomía y de las técnicas disponibles para lograr un buen resultado. Sin embargo, las precauciones y experiencia del médico respaldado por exámenes médicos, historial del paciente y la conformación de un equipo multidisciplinario, minimiza los riesgos asociados a la operación. Si el paciente es una persona sana, no manifiesta ningún tipo de complicación después de la intervención y sigue las indicaciones de su médico tratante, la hospitalización no debería durar más de tres días.