Diagnóstico diferencial y causas de dolor en la articulación de cadera

Definición de dolor de cadera

El dolor de cadera es un síntoma común de diversas patologías y dependiendo del cuadro clínico del paciente puede estar relacionado a distintas lesiones. El dolor puede responder a problemas musculares, ligamentosos, óseos, cartilaginosos e incluso neurales. Es una condición frecuente en la población y se sugiere que sea tratado por un traumatólogo especialista en este segmento. El dolor de cadera afecta tanto a niños como jóvenes, adultos o incluso ancianos. Cómo comienzan los síntomas y la localización del dolor determina gran variedad de diagnósticos diferenciales.

Claudio Rojas, médico traumatólogo especialista en patología de cadera de Clínica Dávila dice: “En general, el dolor de cadera tiene múltiples ubicaciones, pero el más frecuente es a nivel de la ingle. También puede doler por la porción lateral, lo que orienta a patologías tendinosas del segmento. Puede además doler por la región glútea o incluso irradiarse hacia la rodilla. Es importante tener en cuenta que gran parte de los pacientes que vemos en consulta por una afección en la cadera presentan sintomatología que nos hace pensar en alguna patología relacionada a la columna lumbar baja”.

Tanto aquellas personas que practican algún deporte de forma rutinaria, como aquellos que son insuficientemente activos, tienen probabilidad de desarrollar algún tipo de patología en la cadera. Si bien la sobrecarga estructural es importante a la hora de determinar con exactitud el diagnóstico de cada individuo, se deben considerar otros factores como, por ejemplo: edad, ocupación, antecedentes familiares y médicos. Algunas lesiones son atribuibles a malformaciones de nacimiento o a patologías que en algún momento de la adolescencia no fueron pesquisadas ni tratadas oportunamente. Sin embargo, por excelencia, son los procesos degenerativos asociados al envejecimiento, los responsables de una gran variedad de enfermedades de esta índole.

Causas que generan dolor de cadera

A nivel de cadera las patologías más frecuentes son artrosis y pinzamiento fémoroacetabular (también llamado “pinzamiento de cadera”, y que generalmente se produce como resultado del roce anormal de los huesos de la cadera entre sí). Estas alteraciones pueden dificultar ampliamente el desarrollo de actividades cotidianas y generar un alto impacto sobre la calidad de vida de las personas.

Asociadas al exceso de actividad física o a la realización de deporte con una técnica inadecuada, aparecen tendinopatías. Frecuentemente el tendón del músculo glúteo medio se ve afectado. En caso de afecciones crónicas puede existir inflamación en el sitio de inserción tendinoso y generar una entesopatía; en este caso, el hueso se ve involucrado en el cuadro clínico.

Otra causa frecuente asociada al dolor de cadera es cierto grado de irritación sobre la bursa, (estructura que se encuentra ubicada estratégicamente en algunas articulaciones para disminuir la fricción que generan los tendones con el movimiento). Las bursitis suelen aparecer cuando la compensación corporal no es suficiente para controlar el problema de fondo.

En una menor proporción de patologías de cadera se encuentran las fracturas de pelvis y fémur, que, si bien generan dolor local en cadera, se caracterizan por presentar un cuadro clínico de mayor intensidad con un importante nivel de impotencia funcional: las personas sufren bastante dolor, lo que las obliga a buscar asistencia médica inmediata.

Si consideramos otros segmentos aledaños a la cadera, debemos considerar la complejidad anatómica del pubis. A causa de un aumento de la tracción generada por la musculatura abdominal o por la musculatura de aductores, se puede generar una inflamación local en dicha articulación que se caracteriza por producir dolor irradiado hacia la cadera.

Las hernias del núcleo pulposo o los síndromes facetarios son afecciones lumbares que contribuyen a generar molestias en la cadera. El dolor generado en la columna, normalmente se percibe por la región posterior de la cadera, y en aquellos casos en los que el nervio ciático se encuentra irritado o inflamado, puede irradiarse hacia el pie por la parte de atrás de toda la extremidad inferior.