Muchos hombres y mujeres sueñan con tener un hijo/a en algún momento de su vida. Una gran responsabilidad que involucra el cuidado, bienestar y la alimentación del feto (o bebé). Por ello, la adecuada alimentación durante el embarazo debe ser equilibrada y balanceada, aspectos que son fundamentales para su desarrollo.

Una alimentación saludable no hay que tomarla a la ligera. Una dieta balanceada y saludable traerá consigo beneficios para el crecimiento y salud, tanto para la madre como para el niño que está por nacer. La nutricionista de Clínica Dávila, Marly Mena, entrega detalles de cómo debe ser la alimentación en el embarazo, incluso para la prevención de enfermedades en etapa adulta del niño/a.

“La variedad de la alimentación deberá aportar grasas saludables, carnes, huevos, pescados, leguminosas, frutas, verduras, lácteos descremados y granos (ojalá integrales). Además de preocuparse de una correcta hidratación”, señala la profesional.

En relación a las necesidades energéticas, es importante acudir a un especialista en nutrición para conocer qué cantidad debe consumir para cada grupo de estos alimentos. Es recomendable, añade la especialista, asistir en las primeras semanas del embarazo para conocer el plan nutricional óptimo y asegurar la ingesta de nutrientes críticos para la embarazada: ácido fólico, zinc, hierro, calcio y ácidos grasos esenciales.

La nutricionista, además, detalla la cantidad de calorías que debe consumir cada mujer embarazada, dividiendo el período gestacional en trimestres y las condiciones de la madre, todos ellos, factores que importan al momento de establecer un estado nutricional óptimo.

Para Marly Mena, en el primer trimestre, las necesidades energéticas no son superiores a las de las mujeres no embarazadas. “Ya para el segundo trimestre comienzan a aumentar aproximadamente 110 kcal/día para estado nutricional normal y 230 kcal/día en estado nutricional enflaquecida”, puntualizó.

Además, la especialista señaló que “en el tercer trimestre son sugeridas aproximadamente 230 kcal/ día para estado nutricional normal y 500 kcal/día para enflaquecida, con un total diario entre 2.200 a 2.900 kcal/ día.  Algunos factores pueden hacer variar dicha demanda como el estado nutricional antes o durante el embarazo, si son embarazos múltiples, si la futura mamá practica algún deporte o si tiene alguna enfermedad crónica o aguda”.

¿Qué beneficios trae para la madre y para el bebé una buena alimentación?

Llevar una buena alimentación durante el embarazo tendrá beneficios a corto y largo plazo, tanto para el bebé como para la madre. En relación a la madre, prevendrá el riesgo de padecer diabetes gestacional, obesidad, hipertensión, preeclampsia, vómitos, náuseas, reflujo, anemia, retención de líquidos, parto prematuro o por cesárea. Además, ayudará a recuperar el peso pregestacional de la embarazada.

En cuanto a los beneficios para el bebé, ya se sabe que el estado nutricional del feto se relaciona directamente con la morbimortalidad neonatal y con las enfermedades crónicas no trasmisibles en edad adulta. Además una buena alimentación prevendrá déficit en el cierre del tubo neural, evitará alteraciones en el crecimiento y desarrollo del feto, y evitará bajo peso al nacer o mal nutrición por exceso.

En caso de que la madre presente diabetes gestacional o baja de peso, existen tratamientos que los nutricionistas se encargan de elaborar con el fin de que cualquier tipo de inconveniente no afecte a la madre y mucho menos al bebé.

La nutricionista de Clínica Dávila, Marly Mena, asegura que “se entrega un plan de alimentación con una cantidad específica de hidratos de carbono y además se elimina por completo la ingesta de azúcares simples con el fin de mantener las glicemias estables y evitar las consecuencias de aquella patología”, finalizó.