Le diagnosticaron macroadenoma hipofisiario, una patología que produce dolores de cabeza intensos y cambios hormonales que afectaron drásticamente su calidad de vida. 

Paula Tobar, de 51 años, comenzó en 2012 con fuertes jaquecas, náuseas y mareos. Al principio lo asoció a un cuadro de estrés, pero los síntomas fueron aumentando, por lo que consultó con distintos especialistas en busca de una solución. Sin embargo, no lograban encontrar la causa de sus malestares. 

“Siempre tuve dolor intenso de cabeza, náuseas, mareos, pérdida del equilibrio y en una oportunidad quedé con la vista en negro por algunos segundos. Y lo más desconcertante fue que no dejé de producir leche (secreciones hormonales) desde el nacimiento de mi hijo, el año 2003”, asegura. 

Paula comenta que durante tres años pasó por decenas de profesionales y que, hasta ese entonces, no tenía respuesta a los intensos e indescriptibles dolores de cabeza que venía sufriendo.

Fue así que en 2015 visitó al Dr. Claudio Campos, neurocirujano de Clínica Dávila, quien tras una extensa exploración física y diversos exámenes, logró encontrar el diagnóstico: Macroadenoma hipofisiario de 14 milímetros, un tumor ubicado en la hipófisis, glándula que secreta hormonas para estimular otras del cuerpo.

“Una de las complicaciones de este diagnóstico es el desbalance hormonal, ya que puede producir otros problemas en el cuerpo al tener exceso o deficiencia de estas. La glándula hipofisaria se encuentra en el cerebro y detrás de la naríz. Esta se denomina glándula maestra, ya que envía señales a otras glándulas y órganos para que desempeñen su función específica”, dice el Dr. Claudio Campos.

El especialista señala que los síntomas de esta patología son difíciles de asociar, ya que varían entre malestares físicos, trastornos e incluso otras enfermedades. “El paciente puede presentar dolores de cabeza, fatiga, mareos, trastornos de la visión u otros diagnósticos como acromegalia o síndrome de Cushing, y todo se debe al mismo tumor”. 

Paula fue sometida a una cirugía transnasal, transesfenoidal endoscópica, que se hace a través de una cámara de endoscopio que se introduce por la nariz. Es una cirugía multidisciplinaria, es decir, en un primer camino trabaja el otorrinolaringólogo, en otro el neurocirujano, y se reseca la lesión. Es una cirugía que permite un mejor confort y recuperación desde el punto de vista nasal y no deja secuelas ni cicatrices.  

“Gracias a la cirugía en que extirparon el tumor cerebral que tenía, recuperé mi calidad de vida”, asegura Paula. Luego de la intervención, pasó por un largo proceso de recuperación, con semanas de reposo y controles médicos periódicos para evaluar la operación. Sin embargo, el procedimiento fue exitoso y hoy vive sin molestias, marcando un antes y un después de la cirugía. 

Conoce más sobre la Unidad de Neurocirugía de Clínica Dávila aquí.

Fecha de publicación: 19/04/2022