Existen cientos de dolores de cabeza, todos diferentes, de distintos orígenes y razones, pero siempre es importante que quien los sufra pueda identificarlos y describirlos para su mejor tratamiento.

Cefalea tipo tensional

Este es el dolor más frecuente de todos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más del 50% de la población sufre este tipo de cefalea.

Como su nombre lo indica, suele presentarse en episodios de estrés o tensión, aunque no es el único desencadenante. También se presenta ante malas posturas al dormir, caminar, sentarse; ante déficit de agudeza visual e incluso, bruxismo; y suele venir acompañada de molestias osteomusculares en la zona del cuello y la nuca.

Hay cefaleas tensionales episódicas (cuando se produce menos de 15 días durante el mes) y crónicas (durante más de 15 días al mes), siendo las mujeres las más afectadas.

Los pacientes describen este dolor como molestia alrededor de toda la cabeza, similar a tener un cintillo presionando el contorno.

El doctor Alberto Vargas, neurólogo de Clínica Dávila explica que, en estos casos, lo mejor es tratar de descartar causas como las descritas y así evitar sobremedicar a los pacientes.

Migraña (jaqueca)

Este tipo de dolor se inicia, habitualmente, con los primeros eventos durante la pubertad. Es dos veces más frecuente en las mujeres debido al ciclo hormonal.

¿Cómo es una migraña? Generalmente, se presentan con dolor de cabeza de moderado a severo, puede ser a un solo lado de la cabeza o sentir que el dolor es punzante o palpitante. El dolor suele empeorar cuando el paciente realiza actividad física (caminar rápido, subir escaleras). El tiempo de duración puede ir desde algunas horas hasta dos o tres días.

A diferencia de la cefalea tipo tensional, se presenta con náuseas, vómitos, molestia a la luz, a los ruidos y molestias a los olores. Esto último es el motivo por el cual el paciente suele descansar en una pieza oscura, sin televisión, ni radio, ni celular.

El doctor Vargas, recomienda identificar gatillantes o desencadenantes del dolor, ya que en la mayoría de los casos hay situaciones que facilitan que se presenten las migrañas, tales como el consumo de ciertos alimentos, por ejemplo: consumo de chocolate, queso cheddar, comida china, bebidas alcohólicas. Otros son exposición a olores fuertes, luminosidad excesiva. “Al lograr identificar estos gatillantes, intentar evitarlos”, dice.

Cefalea por abuso de medicamentos

Se produce por el consumo crónico, excesivo y descontrolado de medicamentos para combatir las cefaleas. Habitualmente, este tipo de dolor es constante, está presente la mayor parte del tiempo y los pacientes suelen describirlo como un dolor que aprieta la cabeza y que es persistente. También se quejan porque suele ser más dolorosa durante la mañana, al despertar.

A juicio del especialista, “los medicamentos para el dolor de cabeza deben ingerirse con precaución ya que desde el punto de vista neurológico, hay reportes de pacientes que por abusar de estos medicamentos; especialmente los ergotamínicos, han desarrollado accidentes vasculares encefálicos silenciosos y acumulativos, con las consecuencias que esto desencadena”. Igualmente el abuso de analgésicos generales se sabe puede provocar daño al hígado, en algunas ocasiones de forma fatal. Y, finalmente, “para cada tipo de dolor de cabeza, hay medicamentos que son más eficaces en tratarlos; por lo que tomar cualquier fármaco “para el dolor”, puede ser frustrante en conseguir alivio de la cefalea”, comenta el doctor Vargas.

Cefalea en racimos (clúster)

Es el menos frecuente de todos y se presenta más en hombres. Generalmente se inicia después de los veinte años.

La principal característica es el nivel de dolor que alcanzan, pudiendo tener episodios recurrentes y frecuentes, de minutos de duración;  estos últimos, incluso de varias veces durante la noche. Los pacientes, suelen identificar este dolor alrededor de la zona de un ojo y puede incluso, acompañarse de congestión nasal del lado afectado. “Este tipo de cefalea, es muy sensible a la ingesta de alcohol como su desencadenante principal; por lo que el primer paso para evitarlo, es precisamente no ingerir este tipo de bebidas”, indica el neurólogo.