La apendicitis aguda es una de las cirugías de urgencia más frecuentes en niños en la etapa escolar. De acuerdo a lo asegurado por la doctora Margarita Aldunate, cirujano infantil de Clínica Dávila, la edad en la que se presenta más frecuentemente es entre los 6 y los 14 años.

Además, explica que, la apendicitis aguda se presenta en la forma de un cuadro de abdomen agudo, lo que implica básicamente dolor abdominal y muchas veces vómitos. Sin embargo, aclara que, “no todos los niños que sienten dolor abdominal y vómitos tienen apendicitis aguda, pueden tener, por ejemplo, una gastroenteritis común y corriente, pero cuando hay ciertas cosas que se arman en los síntomas de una manera determinada, uno tiende a pensar que el niño puede tener una apendicitis”.

Se habla de apendicitis cuando existe una inflamación en el apéndice, que genera una serie de sintomatologías y molestias al paciente. Cuando este proceso continúa, se produce la ruptura del apéndice y salida de pus o deposiciones hacia la cavidad del abdomen y ello se conoce como peritonitis.

Síntomas de la apendicitis

Según la especialista, los síntomas clásicos de apendicitis aguda se presentan en un tercio de los pacientes y son:

  • Decaimiento.
  • Falta de apetito.
  • Náuseas.
  • Dolor abdominal que puede comenzar vagamente cerca del ombligo, pero que posteriormente se corre hacia abajo a la derecha.
  • Fiebre.
  • Vómito.

El motivo de que haya un porcentaje importante de pacientes que no tienen los síntomas clásicos de apendicitis está condicionado a muchas veces los niños son muy pequeños o porque son obesos. “Hacer el diagnóstico de apendicitis aguda no es fácil en niños pequeños y no es fácil en niños obesos, entonces, no es raro, que pacientes que sean niños obesos o que sean niños pequeños tengan más de una consulta”, relata la doctora Aldunate.

Causas de la apendicitis aguda

Existen diversas causas para que el apéndice se inflame. Entre ellas se encuentra la posibilidad de que se estanque un resto de comida, una infección o se produzca una inflamación viral que impide la correcta circulación de la sangre por el apéndice.

Además, la forma y la ubicación del órgano se heredan, por lo que es probable que, si ambos padres del paciente fueron operados de apendicitis, aumenten las probabilidades de que él también tenga que operarse.

Ahora, si ninguno de los padres fue operado de apendicitis, es menos probable que esto ocurra. No obstante, de igual forma se puede presentar una apendicitis aguda en este paciente.

Diagnóstico de la apendicitis

El concepto de diagnóstico de apendicitis aguda es clínico. Básicamente consiste en entrevistar al paciente y realizar un examen físico detallado.

Por otro lado, la experta asegura que si existen los medios para apoyarse en exámenes sin que signifique un riesgo adicional para el paciente, se puede hacer, y en ese sentido, la ecografía es un método que ayuda bastante en muchos pacientes.

Existen algunos casos excepcionales en que el ecografista no logra ver la apendicitis, a pesar de que el paciente la tenga, y es en estos casos donde se puede realizar un escáner, “pero el escáner es excepcional, sólo para casos muy justificados, como pacientes en que tengas una duda razonable como un paciente obeso, donde el examen clínico y la ecografía pueden ser insuficientes.  Entonces, la obesidad, a veces nos obliga a hacer un scanner, porque además entran a jugar otros diagnósticos, en un niño obeso puede haber y otras causas de dolor abdominal”, dice la cirujano de Clínica Dávila.

Cirugía para la apendicitis

El tratamiento para la apendicitis consiste, en más del 90% de los casos, en una cirugía para sacar el apéndice.

Sin embargo, desde que se realiza el diagnóstico, el médico a cargo tiene que operarlo dentro de las próximas 12 horas, por lo que la cirugía no es inmediata. Antes de operar al paciente, es importante hidratarlo y estabilizarlo, después de eso, se puede proceder.

En Clínica Dávila, usualmente se realiza una cirugía de apendicitis por vía laparascópica, con el fin de realizar una intervención menos invasiva para el paciente. Sin embargo, existen casos en los que es necesario ejecutar una cirugía abierta, para la cual todos los cirujanos infantiles de la clínica están preparados, en caso de ser requerida.

También, existe un pequeño porcentaje de pacientes que no deben ser operados dentro de las primeras 12 horas, ya que, cuando ocurre esta inflamación del apéndice, el intestino y las vísceras que están alrededor de este órgano se empiezan a juntar y generan una especie de caja que encierra al apéndice para evitar que se siga inflamando. Dicho fenómeno es llamado plastrón apendicular.

Cuando ocurre un plastrón apendicular, el niño no se opera en ese momento, porque el cuerpo ya lo contuvo y se trata con antibióticos por aproximadamente dos semanas. Después de eso, se opera en forma programada varias semanas después. Sólo en caso que se llegue a juntar una colección de pus, se interviene para drenarlo, pero no se saca el apéndice.

Las indicaciones habituales para un niño post operado de apendicitis es quedar hospitalizado mientras requiera de un tratamiento antibiótico. Después de una cirugía clásica, son aproximadamente 24 horas de hospitalización. Cuando se trata de una peritonitis, dependiendo de cómo esté va a necesitar tratamiento por entre tres a diez días.