Una de las consultas más frecuentes, durante los primeros días de vida de un recién nacido, es la baja de peso. Sin embargo, para la tranquilidad de todas las mamás, es importante aclarar que es muy normal que esto ocurra. De hecho, está comprobado que el lactante baja hasta un 10% de su peso durante los primeros cinco días de nacer y que, una vez pasado este periodo, comienza a recuperar su peso de nacimiento. Si bien es cierto, no existe un consenso universal que explique este fenómeno, se cree que puede ser aducido a que el aporte nutritivo del calostro es bajo durante los primeros días de su producción.

Tiempo Pérdida de peso
Primer día: Entre un 4% a un 5%.
Segundo día: Entre un 2% a un 3%.
Tercer día: Se alcanza “peak” de pérdida de peso.
Cuarto día: Comienza a estabilizarse el peso (detiene pérdida).
Quinto a décimo día: Comienza a recuperar lentamente el peso.

 

Según explica el doctor Miguel Gallardo, neonatólogo de Clínica Dávila, lo que es muy importante monitorear, y confirmar, es que el infante se esté alimentando bien y haya recuperado su peso. Para esto, es primordial que la madre asista al primer control de su hijo durante la primera semana de vida. “Más allá de la cantidad de leche que produzca la madre o si el recién nacido aparentemente queda satisfecho cuando come, el mejor indicador de que está amamantándose bien es si subió de peso”, aclara el doctor.

Lactancia

La iniciativa conocida como Hospital Amigo del Niño, promulgada por la Organización Mundial de la Salud, en conjunto con la UNICEF, recomienda la lactancia materna exclusiva durante la hospitalización del recién nacido, sin aportar ninguna fórmula complementaria o agua.*

La lactancia materna, además de sus beneficios inmunológicos, contribuye a que el recién nacido reciba todos aquellos nutrientes que necesita para su sano desarrollo. Sin embargo, en casos específicos donde la leche materna esté contraindicada para el niño – ya sea por alguna patología o porque continúa bajando de peso – el médico recomendará el uso de relleno o de fórmula.

Asimismo, existen casos donde la madre transmite al doctor que, una vez terminado de lactar y haberse asegurado de haber alimentado bien a su hijo, la guagua continúa llorando. “En estas situaciones debemos tranquilizar a la madre ya que, si el lactante está sano y continúa cumpliendo con los parámetros de peso establecidos, simplemente significa que su hijo es comilón. Nada de qué preocuparse”, aclara el doctor Gallardo.

*Referencia del estudio Descenso de peso en recién nacidos a término en las primeras 48 horas post natales publicado por el doctor Miguel Gallardo en la Revista Chilena de Pediatría.