Los cálculos renales son una afección dolorosa y frecuente que consiste en la formación de una masa dura, similar a una piedra pequeña, dentro de los riñones. Conocidos también como litiasis, pueden afectar cualquier parte de las vías urinarias entre los riñones y la vejiga. Los cálculos renales suelen ser consecuencia de ciertas alteraciones en la composición de la orina que favorecen la cristalización de minerales o sales. Entre sus causas se encuentran factores genéticos y hereditarios, la raza, la edad y el sexo del paciente, junto a factores ambientales y el consumo de agua y sal. Hay distintos tipos de cálculos, según su composición química, entre los que destacan los formados de calcio (oxalato cálcico, fosfato cálcico), de ácido úrico, cistina (aminoácido) y estruvita (minerales, generalmente por infecciones). Según explica el doctor Sebastián Cabrera, nefrólogo de Clínica Dávila, abundan diversos mitos en relación a la formación de cálculos y la alimentación, en especial por datos antiguos que han sido rebatidos en la actualidad con la evidencia científica. “No existen los súper alimentos o algo que un paciente pueda comer específicamente para disolver los cálculos renales o evitarlos completamente”, puntualiza el médico. Lo importante, agrega, es reducir los factores de riesgo, beber mucha agua y mantener una alimentación balanceada, evitando los excesos. En personas que ya han presentado litiasis anteriormente, será su médico quien le indicará un tratamiento individualizado de acuerdo a las características específicas de su cuadro.

Recomendaciones para controlar los cálculos renales

Asimismo, el doctor de Clínica Dávila entrega las siguientes recomendaciones, que confirman o derriban algunas creencias populares relacionadas a los cálculos renales:
  1. No es necesario restringir los lácteos: “La recomendación es que, si una persona ya consume productos lácteos regularmente, no debería dejar de hacerlo”, indica el doctor Cabrera. La relación entre el consumo normal de estos alimentos y la formación de cálculos es muy baja y la única limitación sería el uso de suplementos de calcio o vitaminas.
 
  1. Más que el salero, hay que evitar los alimentos procesados: “La restricción del consumo de sal es un factor muy importante para el control de la litiasis”, aclara el doctor Cabrera. Esto incluye principalmente la reducción en la ingesta de alimentos procesados como conservas, productos sellados e incluso el pan envasado, que son los que aportan alrededor del 80% de la sal en nuestra dieta. El 20% restante es entregado por los alimentos que se preparan en el hogar, donde se recomienda también reducir al mínimo el uso de sal y medidas como no llevar el salero a la mesa y no agregar sal una vez que ya el plato está preparado.
 
  1. Tomar mucha agua es fundamental: El consumo de suficiente agua puede llegar a reducir en 55% las probabilidades de que se vuelvan a presentar cálculos renales en pacientes que ya los han tenido antes. “La recomendación para estos pacientes es tomar agua suficiente para orinar dos litros y medio al día, lo que equivale a beber unos 200 cc. de agua por hora, considerando que uno está 18 horas despierto”, asegura el profesional. “Un dato curioso es que se registran más casos de litiasis en verano, cuando la gente pierde más agua por calor y transpiración, y también en pacientes que viven en climas extremadamente calurosos, como los árabes, pues están más deshidratados”, comenta el doctor. El desafío que presenta esta simple medida es poder mantenerla en el tiempo, por algunas incomodidades que produce la necesidad de ir constantemente al baño. La única limitación es el consumo de bebidas azucaradas y no es necesario que el agua esté filtrada, pues pese a que en nuestro país el agua contiene bastantes minerales y sedimento, no es suficiente como para influir en la formación de cálculos.
 
  1. Los jugos cítricos ayudan contra los cálculos: Tomar jugos de frutas como la naranja, limón o pomelo protegen contra la producción de cálculos renales, ya que el citrato que contienen disminuye el riesgo de litiasis.
  2. Controlar la obesidad: Está comprobado que condiciones como la obesidad y la diabetes se relacionan con el aumento de producción en el organismo de sustancias como el oxalato de calcio y ácido úrico, lo que favorece la formación de cálculos renales. El control de estas patologías y la alimentación saludable disminuye el riesgo de generar cálculos renales.
 
  1. Verduras y frutas verde: El consumo normal y balanceado de este tipo de alimentos, incluidos los de color verde, ayuda a controlar el peso, así que mientras mayor es la diversidad de frutas y verduras que se incorporan en la dieta, más beneficioso será para el paciente el poder prevenir la formación de cálculos.
 
  1. Té y café no están prohibidos, pero no se debe exceder: Solo se recomienda limitar el consumo cuando superan las 8 tazas al día. Además, pueden ser un importante aporte dentro de la cantidad de agua que se debe beber diariamente.
 
  1. Proteínas de animales son necesarias, pero no en exceso: Solo en casos muy específicos el médico restringirá las carnes, pescados y huevos, ya que al igual que las indicaciones anteriores, su consumo moderado no es perjudicial, especialmente si se privilegian las que tienen menos grasa (magras).