Este trastorno puede limitar la movilidad de las extremidades de las personas afectadas si no hay un diagnóstico oportuno y un tratamiento focalizado. 

El linfedema es una hinchazón que se produce por una alteración en el sistema linfático, que genera aumento de volumen en una extremidad superior o inferior. Hay más de 600 mil personas con este diagnóstico y la mayoría es por consecuencia del tratamiento de algún tipo de cáncer, ya que los tratamientos, dificultan las funciones del sistema linfático.  Otros pacientes nacen con esta patología y se les desarrolla a lo largo de la vida.

La causa más común es por la extirpación o daño en los ganglios linfáticos como parte del tratamiento oncológico. Esta obstrucción, la cual forma parte del sistema inmune, impide que haya un correcto drenaje y el líquido acumulado produce abultamiento. 

Pesadez en la extremidad afectada y endurecimiento de algunas zonas son los primeros síntomas que una persona presenta y es necesario comenzar los tratamientos en esta etapa para que su evolución sea controlada. Enrojecimiento de la piel, dolor intenso, aumento de volumen, fiebre y disminución de movilidad son los signos visibles cuando la enfermedad ya está en fase avanzada. 

“Este es un diagnóstico crónico, lo que significa tener precauciones de por vida como evitar tomarse la presión en el brazo comprometido y no recibir punciones con aguja, protegerlo para prevenir cortes, que no entre en contacto con calor o cuidar de picaduras de insectos que puedan provocar un proceso infeccioso”, señala el Dr. Manuel Yáñez, coordinador del Centro Integral del Cáncer de Clínica Dávila. 

En cuanto a recomendaciones para facilitar la circulación linfática de las piernas, se aconseja evitar estar de pie durante largo tiempo, tener cuidado con las exposiciones prolongadas al calor y utilizar ropa holgada. 

El especialista asegura: “No hay una fecha establecida para el desarrollo de esta complicación, se puede instalar en cualquier momento y luego de una cirugía se puede presentar después de una semana, un mes o un año”. 

Para prevenir el linfedema, luego de una intervención o tratamiento, se debe comenzar inmediatamente con un programa de ejercicios de movilidad para mejorar la circulación y se recomienda realizar drenajes linfáticos, masajes que ayudarán a evitar la acumulación de líquido. 

Fecha de publicación: 13/10/21