Quedarse en casa por largo tiempo es una experiencia nueva para todos, y es por eso que, en este nuevo Dávila En Vivo, entregamos consejos de convivencia y de cómo abordar el aislamiento social de niños y adolescentes, de la mano de la psicóloga infanto juvenil de Clínica Dávila, Ayleen Gemmel.

Síntomas del encierro

“Para nuestros niños y adolescentes, la forma en que vayamos a actuar como adultos al escuchar y contener, va a ser algo que recordarán durante toda la vida. Si bien, el compartir con los niños puede fortalecer los vínculos entre los miembros de la familia, va a ser complicado lograrlo, y ya las personas que llevan semanas en casa empiezan a manifestar alguna sintomatología”, explica la psicóloga.

Para la especialista, ya se empiezan a manifestar diversos signos, especialmente en adolescentes, por lo que explica que, “la irritabilidad es una de las cosas que se va a comenzar a evidenciar en nuestros hijos, donde cosas que antes no les molestaban tanto, ahora empezarán a molestar muchísimo. Además, se reportan varias cosas en términos de ansiedad y sintomatología que tiene que ver con ella, e incluso algunos pueden presentar insomnio o dificultad para conciliar el sueño”.

Sin embargo, no todo es malo. Una de las cosas rescatables, de acuerdo a la experta, es que durante el aislamiento, los niños están aburridos, y sobre ello afirma que, “en primer lugar, es importante que como padres no nos asustemos si nuestros hijos dicen que están aburridos. El aburrimiento tiene que ver con ocupar la imaginación y la creatividad, por lo que puede ser importante que descubran cosas que se tenían tiradas por falta de tiempo y exploren ellos mismos”.

Normas de convivencia

Para sobrellevar la situación de mejor manera, la psicóloga propone el establecimiento de normas que funcionen especialmente para la convivencia en cuarentena, y explica que, “los niños se pueden sentir perdidos y con ello aumenta su ansiedad, por lo que, ojalá su día pueda estar estructurado con horarios y rutinas, incluyendo tareas del colegio, clases online, aseo y también el descanso”.

Con el fin de no generar más conflictos de los necesarios, la psicóloga advierte que, “no hay una receta precisa para todos, en lo que respecta a la organización de los tiempos. Vamos a tener que ir flexibilizando y ver lo que nos ha ido resultando y qué es lo que no, incluyendo de paso la opinión de nuestros niños y adolescentes. Tenemos que ser capaces de preguntar cómo se han sentido en los últimos días y qué desearían cambiar”.

A pesar del establecimiento de normas para la convivencia, también es importante el respeto de espacios, y sobre esto, la especialista explica que, “hay que dar espacio a nuestros hijos, principalmente a los adolescentes por su etapa de desarrollo, la que viene además con conocer su cuerpo, con socializar sin que se les esté escuchando. Mientras más encima de ellos estemos, más ansiedad vamos a provocar”.

“A la hora de relacionarnos con nuestros hijos, como padres tenemos que reconocer cuando nos equivocamos y hay que estar más pendientes en cómo estamos transmitiendo lo que queremos que nos escuchen, porque desde la lucha y el poder realmente no conseguiremos mucho”, explica Gemmel.

Entretención en el aislamiento

Según la terapeuta, para los niños, y especialmente para los adolescentes, el compartir con sus pares cobra real importancia, por lo que, los padres deben entender que es normal que sientan ansiedad por ello, pero que por el momento existen diferentes vías para compartir con sus amigos y otras formas de divertirse que no contemplan salir de casa.

“Hay que saber qué actividades se pueden hacer con los hijos. Posiblemente no nos vamos a poner a pintar mandalas con ellos, pero sí existen actividades más lúdicas como bailes, juegos de mesa o aplicaciones con las que podemos compartir con ellos. Haciendo uso de lo más recreativo es la manera en la que tenemos que vincularnos con ellos ahora, sobre todo con los adolescentes”, explica la experta.

De acuerdo a lo aclarado por la psicóloga de Clínica Dávila, hay que poner atención en el uso de celulares para fines recreativos. “Escuché decir por ahí que el coronavirus es el virus que está fuera de nuestras casas, mientras que el que está dentro es la tecnología. En Chile, los niños desde los diez años ya tienen un celular propio, y por ello en casa es importante estar atentos y que ojalá existan hábitos establecidos con respecto a ellos, para que no nos jueguen malas pasadas”, asegura la especialista.

Si las tecnologías son correctamente utilizadas, claramente existen grandes beneficios, sobre esto, la psicóloga explica que, “con la tecnología, los niños y adolescentes van a descubrir otras formas de entretenerse, tal vez con aplicaciones deportivas o para conectarse con sus amigos a la distancia a través de videollamadas, y así ayudar a reducir la ansiedad. No hay que tratar a los celulares como el caos, ni estar pensando en cómo quitárselo a mi hijo”.

Consecuencias a futuro

“A lo mejor, en un año vamos a mirar para atrás y ver todas las consecuencias en la salud mental que traerá todo este período. Se han producido muchos temores y ansiedades en el último tiempo, no solamente en los niños, los adultos también han sido afectados por todo lo relativo al cambio en sus rutinas, como el teletrabajo o lo relativo a la crisis social”, asegura la terapeuta.

“Es importante ocupar esta etapa para enseñar a los niños a tener la mente en calma y que, dentro de todo, puedan hacer las cosas que les gusta, con el objetivo final de disminuir todos los efectos negativos del aislamiento”, asevera la psicóloga.

Para finalizar, la especialista vuelve a destacar la importancia de organizarse e incluir funciones en el hogar, comentando que, “tenemos que dar a entender a nuestros hijos que en la casa trabajamos juntos. Las rutinas de alimentación, sueño, estudio y descanso deben ser respetadas, tanto como los espacios que necesitan los adolescentes”.

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