Es común escuchar en las consultas pediátricas que algunos niños y niñas no logran controlar su orina, principalmente cuando duermen. Es un tema que preocupa a la familia, sobre todo cuando pasan los años y la incontinencia persiste. A pesar de la incomodidad que pueda causar, es normal que un niño o niña se orine en la cama hasta los cinco años. El cómo abordar esta problemática es clave ya que, cuando se presiona al menor o no se trata correctamente la situación, puede provocar estrés y traumas en ellos.

Al respecto, el doctor Luis Felipe González, nefrólogo infantil de Clínica Dávila y Past President de la Sociedad Chilena de Pediatría, señala: “Lo que vemos en pediatría, más que la incontinencia urinaria, es la enuresis nocturna (orinarse en la cama). En un principio, los papás no se preocupan demasiado pero, cuando pasan los años y el problema continúa, deciden consultar. Muchas veces la causa de esta condición se explica con antecedentes familiares tan simples como que el papá o la mamá también lo padecieron cuando pequeños. Sin embargo, para descartar que el origen se debe a una mal formación o a una disfunción de algún órgano, se solicita una ecografía o una uretrocistografía para hacer un buen diagnóstico”.

Además, es probable que el médico requiera que los padres anoten en un calendario la frecuencia y cantidad de orina del niño o niña, tanto de día como de noche, por el periodo de un mes. De esta forma, el especialista podrá dimensionar la gravedad de la condición.

La buena noticia, explica el facultativo, es que existen algunos medicamentos que hacen que el sueño tenga un grado menor de profundidad, permitiendo que la vejiga llena de orina alcance a avisar al cerebro del niño o niña para que se despierte y pueda ir al baño. También existen otros tratamientos, pero todos ellos deben ser indicados por un nefrólogo o urólogo infantil.

Lo importante para el doctor González es que los papás sepan cómo llevar este problema. Deben entender que es un tema normal y que deben tomar las precauciones. Asimismo, lo que no deben hacer bajo ningún concepto es presionar o retar al menor. “Hay que estar muy atento cuando la enuresis se presenta en niños o en niñas sobre los siete u ocho años, más aún si no se orinaba antes. Lo anterior puede estar perfectamente relacionado con temas psicológicos, como por ejemplo temas de agresión o abuso”.