El asma es una enfermedad respiratoria crónica que se caracteriza por una estrechez de los bronquios que impide el paso del aire a través de dos mecanismos: la contracción y la inflamación, explica el doctor Felipe Rivera, médico broncopulmonar de Clínica Dávila.

Entonces, según lo aclarado por el especialista, cuando una persona padece de asma, se inflama el conducto por donde pasa el aire y se contrae la musculatura que rodea los bronquios. Asimismo, se trata de una enfermedad que se presenta de forma episódica y es producida por estímulos, lo que implica que elementos como el aire frío, ejercicio, algunos alérgenos, infecciones pulmonares o respiratorias por virus, pueden desencadenar una crisis asmática.

Síntomas y causas del asma

El doctor Rivera comenta que los síntomas que produce esta enfermedad son bastante característicos y fáciles de identificar:

  • Tos sin enfermedad bronquial.
  • Silbidos en el pecho.
  • Ahogos.
  • “Resfríos” de larga duración.
  • Rinitis alérgica.

Además, se trata de una enfermedad genética y en ocasiones, hereditaria. “Generalmente el asmático tiene al papá, a la mamá, un tío, o alguien que le antecede en el asma, no obstante, hay algunos que no tienen familiares asmáticos, pero hay una alteración en su estructura de lo que se llama ADN, que es la estructura que hace que una célula sea igual a la que viene después, por lo tanto, es genética”, comenta el experto.

Diagnóstico y tratamiento para el asma

El diagnóstico del asma es fundamentalmente clínico, es decir, los pacientes que sientan cualquiera de estos síntomas deben acudir a un médico broncopulmonar para que los examine y pueda confirmar la enfermedad.

Paralelamente, el especialista puede solicitar una espirometría, examen que sirve para detectar esta enfermedad, sin embargo, tal como fue mencionado, el examen físico en la consulta es primordial, puesto que los exámenes espirométricos pueden llegar a arrojar resultados normales en pacientes con asma. “El primer motivo por el que puede ocurrir, es por no estar en crisis y el segundo, porque estos exámenes se miden poblacional, es decir, se dice que este es el nivel, la gran mayoría de los pacientes tiene esa cantidad de aire, pero hay sujetos que son atletas que tienen pulmones más desarrollados, que tienen mucho más allá del promedio y cuando hacen la crisis les disminuye, por lo tanto, la espirometría normal no descarta el asma”, confiesa el experto.

El tratamiento para el asma es básicamente médico, es decir, no requiere cirugía, sino que de medicamentos. Sin embargo, el especialista de Clínica Dávila es enfático al recalcar que la educación de los pacientes asmáticos juega un rol fundamental.

Esto significa que el médico tratante debe explicar al paciente todo sobre el asma. “Es importante decir que es una enfermedad crónica, que, si bien es cierto, no se le va a quitar, o sea no va a dejar de ser asmático, sí va a estar por periodos largos, a lo mejor por toda la vida, sin síntomas, o sea, asintomático, si utiliza los medicamentos. Y en algunas pocas ocasiones podría no usarlos, pero siempre con estricta vigilancia médica, o sea, no se trata de que el asmático suspenda el medicamento cuando ya no tenga síntomas, sino que después de varios meses y con supervisión”, explica.

Asimismo, agrega que parte de la educación es saber utilizar los inhaladores, especialmente cuando estos llevan cámara, enseñarles a respirar, etc.

Por otro lado, el aire limpio es fundamental, no fumar ni estar cerca de personas que fumen y mantenerse alejado de cosas que conocidamente produzcan alergia, también es parte de la educación del paciente.