Son muchos los cánceres que como parte del tratamiento requieren de quimioterapia o “quimio”.

En términos sencillos se trata de “medicamentos o drogas que se usan para tratamiento del cáncer y que son capaces de controlar el crecimiento de las células malignas al bloquear parcial o completamente la multiplicación celular. Haciendo que las células malignas mueran”, explica el doctor Manuel Yáñez, oncólogo de Clínica Dávila.

La quimioterapia se indica en tres situaciones: para prevenir la recurrencia del tumor (que la enfermedad vuelva a aparecer, adyuvancia); para hacer un tumor más operable cuando es muy grande (neo-adyuvancia) y para hacer desaparecer tumores metastásicos o detener su crecimiento por un periodo de tiempo. Esto último, señala el especialista, ayuda a controlar los síntomas secundarios a los tumores metastásico como el dolor, la tos y la disnea o cansancio.

A diferencia de la radioterapia y la cirugía que actúan en la misma zona en la que se localiza el tumor, la quimioterapia actúa en todo el cuerpo lo que permite destruir las células cancerosas del tumor primario (que originó la enfermedad) y también las que se han diseminado hacia otro lugar del cuerpo (metástasis).

El doctor Yáñez, indica que dependiendo del tumor es el tipo de medicamento que se indica como quimioterapia.

Estado de avance

Dependiendo del estado de avance del tumor, la quimioterapia se puede realizar antes o después de la cirugía. “En cáncer de mama, de pulmón, de vejiga, de colon con metástasis y gástrico se puede practicar antes. Pero también se podría hacer después en casos de cáncer de mama, pulmón, testículo, colon-rectal y gástrico”, indica el oncólogo.

En algunos casos, la quimioterapia está contraindicada pero más que por tipo de cáncer, el no utilizar este tratamiento, tiene relación con el funcionamiento de órganos como el riñón, hígado, corazón, médula ósea, o en casos en que el paciente tiene una infección severa activa o un sangramiento activo, explica el especialista.

La quimioterapia se puede administrar por endovenosa o por vía oral. En muchos casos, también se combinan ambas según esquemas o protocolos de tratamiento. “Los esquemas dicen los días de aplicación; y el periodo de tiempo que debe haber entre una y otra aplicación. Generalmente, se indica una aplicación con tres o cuatro semanas descanso entre una y otra”, dice el doctor Yáñez.

¿Cómo se administra?

“Los medicamentos se pueden aplicar por vía endovenosa directa o a través de un reservorio que se pone debajo de la piel de la clavícula, este reservorio va comunicado directamente a la vena profunda y no se requiere pinchar vena periférica.  El reservorio o catéter es más cómodo y seguro para el paciente”, advierte el oncólogo.

También hay quimioterapias orales, es decir, el medicamento tiene una presentación en tabletas que los pacientes deben tragar como cualquier otro comprimido. “En algunos casos, la terapia oral se asocia con terapias endovenosas o se indican por una determinada cantidad de días seguidos, también por periodos de tiempo determinados”, señala el especialista.

La quimioterapia se administra en ciclos de uno o más días dependiendo del esquema de quimioterapia (combinación de drogas, determinado por el tipo de cáncer); los ciclos pueden ser cada 15, 21 o 28 días, también dependiendo del tipo de cáncer. La mayoría de las veces se puede realizar de manera ambulatoria y se indica también de hospitalización cuando se requiere tratamiento más intensivo.