En el mercado actual puedes encontrar una gran cantidad y variedad de productos que se ofrecen para aplacar la sed e hidratarse: bebidas enriquecidas con vitaminas, minerales, jugos con y sin azúcar, entre muchas otras opciones.

¿Cuál de todos esos productos es adecuado para los más pequeños de la casa?

La nutricionista infantil de Clínica Dávila, Melina Fuentes, explica que, para adultos y niños, lo más recomendable siempre será que beban AGUA, principalmente porque las bebidas y jugos contienen azúcar y son uno de los factores que explican la actual epidemia de obesidad de la población. Además, las bebidas gaseosas, son descalcificantes.

Respecto de los jugos de frutas naturales, la especialista dice que más que jugos, lo ideal es que las frutas se consuman enteras, con cáscara si es posible. “Así, aprovechamos de mejor forma los nutrientes que contienen y el índice glicémico es más bajo que consumirla molida en un jugo. Cuando se prepara un jugo de fruta, generalmente se realiza sin cáscara, con lo que se quita una cantidad importante de fibra que aporta este alimento”, señala la nutricionista. Además, muchos padres cuelan esos jugos, quitando así toda la pulpa.

Otra razón por la que no se recomienda el jugo de fruta es porque al estar triturada o molida, se pierde la noción de la cantidad de porciones que se está entregando en un vaso. Es frecuente que este tipo de jugos se endulcen con azúcar, para hacerlos más sabrosos y apetecibles para los niños, pero al final, lo que están tomando es un exceso de calorías que se multiplica por la cantidad de vasos que ingieran.

Energéticas e isotónicas

Cuando los niños comienzan a crecer y son adolescentes, no son pocos los que quieren beber bebidas energéticas o isotónicas, siguiendo las recomendaciones que ven todos los días en la publicidad. La nutricionista infantil dice que las bebidas energéticas no se recomiendan ni en niños ni en adolescentes. “Esta bebidas tienen una alta cantidad de cafeína por lo que su consumo puede hacer que se exceda la dosis máxima permitida de esta sustancia y tener un efecto tóxico. Además, la ingesta de bebidas energéticas puede producir taquicardia y aumento de la tensión arterial, entre otros efectos. Por si fuera poco, este tipo de bebidas contiene una alta cantidad de azúcar, que eleva el riesgo de subir de peso a través de estas calorías vacías”, dice Melina Fuentes.

En el caso de las bebidas isotónicas, se pueden ingerir cuando el menor realiza competencias de larga duración que superen las dos horas de práctica o competencias en condiciones medioambientales adversas, con altas temperaturas o elevada humedad. En estos casos, las bebidas isotónicas ayudan a reponer energía y electrolitos de manera rápida y efectiva.