Las vacaciones de verano son un período donde comienza, en muchos casos, un desorden en cuanto a la organización de los tiempos y en lo referente al estudio. Aunque estemos en un periodo estival o de relajo, no deberíamos dejar de lado las obligaciones relacionadas con el aprendizaje de los menores.

Sobre este tema, la psicóloga infanto-juvenil de Clínica Dávila, María Antonieta Torres, señala que “cuando hablamos de apoyo escolar, significa que un niño debe contar con cierta organización, que tiene que ver con un horario determinado para abrir un cuaderno y recordar qué es lo que se está viendo y detectar si hay una dificultad. Lo anterior, pensando en pequeños que no cuentan con un diagnóstico con respecto a su aprendizaje. Todos necesitan un ordenamiento”.

Para que lo mencionado funcione, el niño/niña también debe realizar otras actividades, complementando con tiempo de dedicación al estudio. No hay que obligarlo a hacer algo, pero si existe la necesidad de tener un reforzamiento en casa, lo mejor es desarrollar en ellos algunas actitudes como la curiosidad, la comunicación, el interés, la conversación, la lectura de un cuento, entre otros.

Para la psicóloga Torres, los adolescentes funcionan de otra manera, porque tiene otras necesidades y estilos, no todos estudian igual, para algunos es más fácil hacer esquemas, resúmenes, ir subrayando, o algunos pasarán de una forma a otra, pero lo importante es que “haya una relación y conexión entre lo que es estudio con lo que es aprender, y el aprender en el estudio va a estar relacionado con instruirse sobre muchas otras cosas. Ahí uno notará qué tan interesado está por descubrir cosas nuevas, porque el aprendizaje tiene que ver con que cada día hay algo nuevo y si tengo resistencia no lo voy a recibir bien”.

Por último, la psicóloga infanto-juvenil de Clínica Dávila, se muestra preocupada por ciertas actitudes que ve con bastante inquietud. La primera es castigar a los niños con no hacer deportes o no ir a talleres. Para Torres esto es muy negativo porque no hay que castigar con actividades que son fundamentales para los niños. Y, en segundo término, no se puede pretender que los horarios sean los mismos para los adolescentes que para los más pequeños.

El uso de la tecnología

Asimismo, la psicóloga Torres comenta que el uso de la tecnología no debería ser prohibitiva si no controlada “sobre todo en niños más pequeños, la tecnología debe ser medida no impedida, porque son una generación tecnológica, su lenguaje es distinto, son visuales, son rápidos en ese sentido”, recalcó.

Algunas sugerencias para los padres

  • Designar un lugar de la casa para estudiar.
  • Que el lugar elegido tenga buena luz.
  • No estudiar en la cama (especialmente los adolescentes).
  • Respetar métodos de estudio que funcionen en los adolescentes (por ejemplo, algunos prefieren silencio absoluto; otros pueden estudiar con música).