Dentro de las malformaciones de la pared abdominal, dos de las más frecuentes en recién nacidos son la gastrosquisis y el onfalocele. Se trata de patologías que producen que el bebé nazca con los intestinos u otros órganos internos fuera de su abdomen a través de un pequeño orificio en la pared abdominal.

Causas de las malformaciones de la pared abdominal

Según la doctora Mónica Contador, cirujano neonatal de Clínica Dávila, es normal que en la etapa que se está formando la pared abdominal del embrión, los intestinos salgan del estómago y posteriormente se devuelvan. “Eso nos pasa a todos. A todos nos pasó lo mismo cuando éramos embriones y se vuelve el intestino y se pone en una posición normal”. Sin embargo, en el caso de las gastrosquisis, lo que ocurre es que una vez que el intestino regresa a su posición normal, vuelve a salir, producto de un pequeño agujero que quedó en la pared abdominal. Es relevante aclarar que esta abertura no es la misma por la que salió y entró inicialmente, sino que es un orificio que queda justo al lado.

Por otro lado, en el caso del onfalocele, la malformación se produce porque por diferentes motivos, el proceso de desarrollo de la pared abdominal se detiene, por lo que el intestino no se devuelve a su posición original y queda afuera.

Tratamiento para la gastrosquisis y el onfalocele

El tratamiento de ambas patologías requiere de una cirugía para dejar los órganos en su lugar. La diferencia entre ambas, es que, en el caso de la gastrosquisis, el intestino puede estar muy apretado, por lo que se inflama, lo que causa que se engruese, produciendo que la capacidad de absorción de la vellosidad intestinal no sea buena, por lo que se demora más en poder funcionar.

Es por lo anterior que, mientras menos inflamado esté el intestino, antes empieza a funcionar. “Hay niños con gastroesquisis que se demoran diez días o dos semanas en llegar a alimentación completa, lo que es bueno, pero tienen que estar acá hospitalizados. Y hay niños que pueden demorarse un año, son poquitos, por suerte, pero puede pasar porque su intestino esté muy inflamado”, comenta la doctora Contador.

Por lo tanto, el tratamiento de gastrosquisis consta en operar al recién nacido, esperar que se desinflamen los intestinos y paralelamente hacer un reposo digestivo, hasta que lleguen a un tamaño normal y funcionen correctamente. “Hay una serie de cosas que hacen los neonatólogos. Les dan glutamina, nutrientes especiales, usan una alimentación especial de a poquito y se la van subiendo de a un cc a la semana, una cosa así, como lento, lento, lento y mientras tanto, lo estás alimentando por la alimentación parenteral. Y vas bajando la parenteral y vas subiendo la otra dependiendo de cómo el intestino vaya aceptando la cosa”, explica la experta.

Por su parte, el onfalocele no se inflama, ya que habitualmente tiene el saco amniótico, que es el que lo protege, por lo tanto, no se producen problemas en el intestino. En este caso el bebé puede comenzar a comer antes, pero como se produce en un período más precoz del embrión, puede tener más malformaciones asociadas, lo que implicaría que se alteren otros órganos.