Uno de los principales problemas de salud que aquejan al mundo moderno es la obesidad, no sólo en adultos sino también en niños. Las cifras y estudios expuestos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) son alarmantes, al año 2025, se pronostica que de no mediar cambios serán 70 millones de lactantes y niños en situación de sobrepeso u obesidad. Los factores por los cuales los pequeños se encuentran con exceso de peso son variados, y a pesar de que principalmente se asocian con los malos hábitos alimenticios, la diabetes gestacional aparece también como un elemento de importancia.

¿Qué es la diabetes gestacional?

Clasificada como un tipo de diabetes que se presenta durante el embarazo, la diabetes gestacional tiene por característica la hiperglucemia, que es un aumento de azúcar en la sangre que, si bien no tiene valores tan altos como para ser diagnosticada como una diabetes, estos son superiores a los índices normales de azúcar. Puede ser detectada a tiempo en los controles regulares en un embarazo, aunque significa un factor de riesgo para futuras complicaciones tanto en el embarazo como en el parto. Sin embargo, una madre con diabetes gestacional sí puede tener un parto normal en la mayoría de los casos.

Además de las complicaciones propias de la diabetes gestacional en el embarazo para la madre, tanto la mujer como los hijos corren mayor riesgo de padecer diabetes de tipo 2 en el futuro. La pediatra y magister en nutrición clínica de Clínica Dávila, María Luisa Aguirre, señala que “en el embarazo, si la mamá está con sobrepeso y obesidad, o tiene mayor ganancia de peso de la que debiera, o desarrolla diabetes gestacional, es probable que ese niño tenga un riesgo mayor de tener sobrepeso y obesidad”. Es por ello por lo que antes, durante y después del embarazo, se debe tener una alimentación saludable y hábitos de vida sana, de este modo se puede evitar o disminuir el riesgo de padecer a temprana edad, algún tipo de diabetes que, sin el factor del exceso de peso, debiesen aparecer no antes de los 45 años.

Diabetes tipo 1 y 2 y sus factores de riesgo

Como indica la profesional, tener sobrepeso u obesidad contribuye a presentar diabetes gestacional, que a su vez aumenta el riesgo de que lactantes y niños pequeños desarrollen obesidad y sobrepeso. Ambas condiciones, de no ser controladas a tiempo, son factores que aumentan las posibilidades de padecer diabetes de tipo 2 en la adultez.

La diabetes de tipo 2 no es insulinodependiente y suele iniciarse en la edad adulta, aunque según indica la pediatra de Clínica Dávila, “está apareciendo con mayor frecuencia en adolescentes, o sea, menores de 18 años, o adultos jóvenes, entre los 20 y 30”. A diferencia de la diabetes de tipo 1 (insulinodependiente), la diabetes de tipo 2 es consecuencia de malos hábitos alimenticios y el sedentarismo. Otra diferencia importante es que la de tipo 2, sólo puede detectarse cuando ya tiene años de evolución y la calidad de vida se ha complicado. Alrededor de 90% de los casos de diabetes a nivel mundial son de tipo 2, y por lo tanto, completamente evitables gracias a los buenos hábitos de vida saludable.

 Prevención de la diabetes tipo 2

La experta de Clínica Dávila señala que parte fundamental del futuro nutricional de los niños se produce en los primeros “mil días del niño”, es decir, los nueve meses de embarazo y los dos primeros años de vida de los pequeños. Durante este tiempo, la lactancia materna juega un rol insustituible, dado que es el tipo de alimentación que mejor protege a los niños de tener sobrepeso y obesidad en la niñez y adultez. El llamado de la profesional es “prolongar el mayor tiempo posible la lactancia materna”, ojalá hasta los dos años y como mínimo seis meses.

Además, recomienda que la alimentación de los pequeños sea rica en verduras, frutas y proteínas como huevo y pescado, sin dejar de lado los lácteos. Señala que se pueden incluir carbohidratos como fideos y arroz, siempre acompañado de verduras. También es importante retrasar el mayor tiempo posible el ingreso de sal y azúcar a la alimentación de los niños, y preferir el agua por sobre el jugo y otras bebidas para la sed. Considerar las señales que indican los niños al momento de comer, el apetito y la saciedad, especialmente cuando las porciones de comida superan la taza de 200 cc en total.

María Luisa Aguirre indica que la prevención y disminución del sobrepeso y obesidad es un tratamiento familiar, “Que todos en la casa coman igual, no “tú estás a dieta, así que vas a comer distinto”, no, esto nos hace bien a todos, así que todos vamos a comer igual. Tiene que haber fruta, tiene que haber verduras, tiene que haber platos saludables y las cantidades justas”, señala. Además, agrega, que los niños pequeños debiesen hacer actividades físicas al menos una hora al día, llamando a los padres a disfrutar también los fines de semana con sus hijos fuera de casa.

En resumen, la pediatra recomienda seguir estas indicaciones para prevenir que los niños desarrollen sobrepeso y obesidad que a futuro pueden provocar diabetes de tipo 2:

  • Una hora diaria de ejercicio.
  • 2 o 3 frutas al día.
  • Lactancia materna hasta los dos años.
  • 200 cc debe ser la porción de comida hasta los 3-4 años.
  • Agua para la sed.
  • Variedad de verduras.
  • Proteínas como huevo y pescado.
  • Minimizar azúcar y sal.