El cambio de horario de verano a invierno y viceversa es un tema que para muchos no tiene mayor relevancia, sin embargo, según lo aclarado por los especialistas de Clínica Dávila, éste podría ser perjudicial para la salud.

Lo anterior se da especialmente porque si no se mantiene el huso horario establecido en el que corresponde por zona, el rendimiento de las personas baja.

Es por esto que la doctora Evelyn Benavides, neuróloga de Clínica Dávila, asegura que Chile debería mantener el “horario de invierno” (UTC-4) durante todo el año, ya que es el que más se aproxima al huso horario del país. “Aunque amanezca más temprano, lo ideal sería funcionar desde las seis y media de la mañana hasta las cuatro de la tarde”, manifestó.

En cambio, cuando se da inicio al “horario de verano” (UTC-3), el día empieza más oscuro, lo que es principalmente dañino para los niños y adultos mayores, puesto que los pre escolares deberían dormir al menos 10 horas diarias y necesitan la luz del día para comenzar su jornada con más energía y mantener un buen rendimiento escolar. Mientras que los adultos mayores, tienden a confundir el día con la noche, por lo que pueden llegar a tener problemas de agitación, cambios en los horarios de dormir y sueños intermitentes.

Además, esta alteración en el itinerario, puede generar dolor abdominal, náuseas, baja en el apetito y cefalea en el resto de las personas.

Según la especialista, “desde la fisionomía del sueño y el rendimiento laboral y escolar es mejor funcionar más en la mañana que en la tarde. Logras con eso disminuir el número de horas en las que trabajas, el número de accidentes laborales y aumentar la productividad”.

Esto porque el cuerpo está biológicamente programado para funcionar de día, de tal manera que la luz entra por los ojos al cerebro a través de una glándula que se llama hipófisis, de donde se generan las hormonas que provocan que el cerebro entienda que cuando está oscuro es de noche, explicó la experta.

Para la doctora Benavides, lo ideal no sólo sería mantener este horario, sino que además realizar un cambio de hábitos en relación a la higiene del sueño para favorecer el buen dormir.