Cerilla, cerumen o cera. Estas palabras son las más comunes para nombrar un tipo de secreción natural y necesaria que se produce al interior de los oídos. Sin embargo, cuesta hablar en público de esto. Más aún cuando esta secreción forma un “tapón de cera”.

El doctor David Fuentealba, otorrinolaringólogo de Clínica Dávila, señala que el cerumen “es un conglomerado de sustancias que se producen normalmente en el oído sano que se genera a partir de glándulas sebáceas y células de la piel”. 

Cuando el cerumen ocluye el conducto auditivo externo del oído, se habla de un tapón de cera. 

¿Su función? “Ayuda a prevenir infecciones y a mantener el conducto auditivo sin residuos”, dice el especialista.

“El oído tiene la capacidad de autolimpieza. El cerumen se mueve desde adentro hacia afuera de forma espontánea. Cuando falla este movimiento, aparece el tapón de cerumen”, explica el doctor Fuentealba.

¿Cómo se forman?

Para que se forme un tapón de cera hay varios factores que influyen y que impiden la expulsión natural de este cerumen, haciendo que se acumule. 

El otorrinolaringólogo de Clínica Dávila destaca al menos tres: 

  • Uso de audífono o cotonitos de algodón.
  • Conductos auditivos estrechos o deformados.
  • Cirugía previa o enfermedades dermatológicas.

El experto destaca que la formación de un tapón de cera, no tiene nada que ver con la higiene personal.

“Es fundamental no usar instrumentos de aseo en el oído, como los famosos cotonitos, porque con esto lo único que hacemos es empujar la cera hacia adentro y favorecer la formación de un tapón”, indica.

Respecto de los síntomas, el doctor Fuentealba dice que la principal molestia de las personas que tienen un tapón de cera, es la “sensación de un cuerpo extraño con percepción de movimiento dentro del oído con la masticación y al movilizar la oreja. También suelen ser frecuentes la picazón de oído y sensación de oído tapado o baja de audición”. 

Además aclara que el tapón de cerumen no produce dolor.

¿Cómo se elimina un tapón de cera?

El diagnóstico se realiza a través de una otoscopía, un examen de exploración que realiza el médico otorrino y que permite observar el tapón. 

Si se confirma su presencia, este siempre debe ser retirado. “El tratamiento es la extracción del tapón, con lo cual se resuelven inmediatamente todas las molestias”, dice el doctor.

Para retirarlo, se puede hacer un lavado de oídos o quitarlos a través de pinzas o aspiración bajo visión directa o con un microscopio.

El lavado de oídos debe ser realizado por el otorrinolaringólogo, pues es el profesional más capacitado para realizar el procedimiento de forma segura”, indica el especialista.

Si una persona hace tapones de cera con frecuencia, la recomendación es visitar al otorrinolaringólogo 1 o 2 veces al año para examinar correctamente los oídos. 

Un oído sano normal produce cerumen como mecanismo de defensa y se limpia de manera espontánea. Lo más importante para evitar su formación es no introducir elementos dentro de los oídos, incluido los cotonitos”, insiste el doctor Fuentealba.