Detectar a tiempo la caries en niños y niñas es fundamental

La salud bucal en la infancia es clave para el desarrollo, la nutrición y la autoestima. Una de las principales amenazas durante esta etapa es la caries dental, considerada la enfermedad crónica más frecuente en niños y niñas a nivel mundial. Aunque muchas veces se piensa que afecta solo a los dientes de leche y que no tiene consecuencias a largo plazo, lo cierto es que una caries no tratada puede generar dolor, infecciones e incluso afectar la erupción de los dientes permanentes.

En Chile, se estima que alrededor del 70% de los escolares ha presentado caries en algún momento de su vida. Por eso, la detección temprana es fundamental para prevenir complicaciones y favorecer hábitos saludables desde la niñez.

Señales de alerta que no debes pasar por alto

Las caries suelen avanzar lentamente y, en sus etapas iniciales, pueden pasar desapercibidas. Sin embargo, existen señales que deben motivar una consulta odontológica a tiempo:

• Manchas blancas o marrones en los dientes: son el primer signo de desmineralización del esmalte.

• Sensibilidad al frío, calor o alimentos dulces: indica que el esmalte ya está debilitado.

• Dolor dental persistente o intermitente: suele aparecer cuando la caries avanza hacia capas más profundas.

• Mal aliento o sabor desagradable en la boca: puede relacionarse con la acumulación de bacterias.

• Inflamación o enrojecimiento de las encías: en casos más avanzados, la infección puede afectar los tejidos cercanos.

Identificar estos síntomas a tiempo permite iniciar tratamientos sencillos y evitar procedimientos más complejos o dolorosos para los niños.

¿Cuándo consultar con un especialista?

Se recomienda que la primera visita al odontopediatra ocurra alrededor del primer año de vida o cuando aparecen los primeros dientes. A partir de ahí, los controles regulares cada seis meses son fundamentales para:

• Detectar caries en sus etapas iniciales.

• Supervisar el correcto desarrollo de la dentición.

• Promover hábitos de higiene adecuados, como el cepillado después de cada comida y el uso de pasta dental con flúor en dosis adecuadas para la edad.

• Orientar a los padres respecto a la alimentación y la prevención de azúcares ocultos en la dieta infantil.

El tratamiento precoz de la caries no solo evita el dolor y la ansiedad en los niños, sino que también contribuye a una mejor calidad de vida y a establecer bases sólidas para la salud oral futura.

La prevención comienza en casa

Además de las visitas periódicas al odontólogo, la prevención de la caries debe reforzarse en el hogar con medidas simples:

• Cepillado dental dos a tres veces al día bajo la supervisión de un adulto.

• Uso de cepillos adecuados a la edad.

• Dieta equilibrada con bajo consumo de azúcares.

• Evitar el consumo frecuente de bebidas azucaradas y snacks entre comidas.

Con estas acciones y controles profesionales periódicos, es posible reducir significativamente el riesgo de caries y proteger la salud bucal de los más pequeños.

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