La mayoría de los adolescentes tiene problemas para dormir o no duerme lo suficiente, normalmente porque tienen horarios sobrecargados o porque pasan demasiado tiempo enviando mensajes de texto o chateando con amigos hasta la madrugada.

La doctora Evelyn Benavides, neuróloga y especialista en medicina del sueño de Clínica Dávila,  explica que “uno de los factores que influye en la actualidad en los problemas de sueño en jóvenes, es el uso de pantallas en la noche, lo que produce una dificultad para la conciliación del sueño”.

Sobre los efectos que provoca en un adolescente no dormir lo suficiente, la neuróloga indica que “se produce sueño en el día, lo que puede provocar dificultad en la concentración, disminución de la memoria, irritabilidad y bajo ánimo. Además, en el mediano plazo se altera el metabolismo con aumento de peso y riesgo cardiovascular”.

Asimismo, enfatiza que “para evitar los trastornos crónicos de sueño los adolescentes deben dormir idealmente 8 a 9 horas por noche en un ambiente oscuro, sin pantallas ni ruido.

También es importante considerar que el deporte matutino favorece la higiene del sueño, ya que por el contrario, realizar el ejercicio en la noche, activa la vigilia.

Otro aspecto importante es evitar los días enteros en pijama, que usualmente se producen los fines de semana, y despertar a más tardar a las 10:30 AM aunque hayan dormido tarde.

Por último, evitar el consumo de alcohol, tabaco y marihuana, ya que afectan los ciclos de sueño-vigilia”.

En relación a los problemas que pueden manifestar los adolescentes, la especialista señala que existen distintos problemas del sueño y cada uno se trata de forma diferente.

Algunos trastornos se pueden tratar con medicamentos, mientras que otros se abordan con técnicas especiales que pueden ayudar a corregir el reloj interno de la persona.

¿Qué pueden hacer los padres para cuidar la higiene del sueño de los adolescentes?

– Definir horarios y ambiente adecuado para dormir.

– Estimular la actividad deportiva.

– Evitar la automedicación.

– Evitar el uso del celular o computador antes de la hora de dormir.

– Reducir el consumo de cafeína.

– Evitar los videojuegos o las películas violentas por la noche.

Por último, la doctora Benavides señala que “es importante consultar a un especialista cuando hay repercusiones diurnas; cuando el trastorno del sueño dura más de 1 mes por más de 3 días a la semana o cuando hay otras enfermedades asociadas como ronquidos, apneas, entre otras”.