El cáncer de pulmón es una enfermedad que casi no presenta síntomas en su inicio y sólo después de varios años de crecimiento silencioso, manifiesta su presencia.

Según explica el doctor Pablo Mena, cirujano de Toráx y Médico Jefe Red Servicio de Urgencia de Clínica Dávila, “la mayoría de pacientes con cáncer de pulmón son asintomáticos y al momento de presentar síntomas, la mayoría de los pacientes tienen cáncer de pulmón en etapas avanzadas”.

Tipos de síntomas de cáncer de pulmón

Los síntomas más frecuentes incluyen:

  • Tos (45-74%).
  • Pérdida de peso (46-68%).
  • Disnea (falta de aire) (37-58%).
  • Dolor torácico (27-49%).
  • Hemoptisis (expectoración de sangre desde pulmones o bronquios) (27-29%).
  • Dolor óseo (20-21%).
  • Ronquera (8-18%).

Los síntomas que presente el paciente, pueden dar una pista respecto del origen del cáncer de tumor, señala el especialista.

De esta manera, se puede sospechar de tumores intratorácicos, derivados de las metástasis y de síndromes paraneoplásicos.

Los síntomas de ocupación intratorácica incluyen:

  • Tos (presente principalmente en cáncer de pulmón escamoso y de células pequeñas).
  • Hemoptisis (en general, es de pequeños volúmenes).
  • Dolor torácico (se presenta en el mismo lado que el tumor primario).
  • Disnea (puede ser secundaria a obstrucción de la vía aérea).
  • Neumonía obstructiva.
  • Atelectasia.
  • Linfangitis.
  • Tromboembolismo.
  • Neumotórax.
  • Derrame pleural, o derrame pericárdico.
  • Ronquera (sobre todo en fumadores).

Si se trata de un cáncer de pulmón con metástasis extratorácicas, los órganos afectados pueden ser el hígado, glándulas suprarrenales que casi siempre son asintomáticos.

A ellos se suman los huesos (frecuentemente sintomáticas, con molestias en la espalda, tórax y extremidades) y el cerebro (cefalea, vómitos, pérdida del campo visual, hemiparesia, déficit de nervios craneanos o convulsiones).

En otras ocasiones, los pacientes con cáncer de pulmón presentan síndromes paraneoplásicos, síntomas que son manifestaciones del cáncer pero que no tienen relación ni con el tumor primario, ni la metástasis, sino que por proteínas y sus derivados.

Uno de estos síndromes es la hipercalcemia (debido a metástasis óseas o a liberación de proteína relacionada a hormona paratiroídea u otro factor activador de osteoclastos).

Tiempo de silencio

“De acuerdo a estudios, sabemos que deben pasar un promedio de 10 años para que una célula mutada pueda multiplicarse lo suficiente para producir un tumor que cause síntomas.

Sin embargo, la biología tan variada de los cánceres de pulmón hace impredecible saber cuándo una célula en particular, en un paciente en particular, va a crecer lo suficiente para provocar síntomas”, señala el doctor Mena.

El cirujano de tórax de Clínica Dávila, explica que el cáncer se inicia con la formación de una célula mutada. “

Ésta célula crece, pero hay un período de tiempo durante el cual el tumor es tan pequeño como indetectable. En algún punto, el tumor se hace lo suficientemente grande para ser detectado por imágenes, pero es aún pequeño para causar síntomas”.

Todo este tiempo que pasa entre que la célula maligna se transforma y se detecta, se denomina etapa preclínica y generalmente dura ¾ de la vida completa de un tumor.

Los síntomas que pueda generar el tumor no solo está relacionado con el tiempo que demore en crecer, sino también por la capacidad del tumor de metastizar a distancia (desarrollar otro tumor en una zona u órgano distinto al de origen), y la capacidad del sistema inmune del paciente de responder al crecimiento del tumor, señala el doctor Mena.

¿Ante qué síntoma una persona debe consultar?

Los síntomas más importantes que deben hacer consultar son la tos persistente, la baja de peso inexplicada, la dificultad para respirar y el dolor torácico.

La aparición de tos en un fumador debe hacer sospechar la presencia de cáncer de pulmón.

En el caso de la hemoptisis, aunque su causa más frecuente es la bronquitis, debe ser un signo de alarma para la consulta.

El dolor musculoesquelético presente tanto en reposo como al movimiento, constante, en pacientes con factores de riesgo también debe gatillar la consulta al especialista.