Lucir bien en verano requiere de cuidados especiales, una actitud positiva, alimentación equilibrada y actividad física. En esta temporada no se pueden esconder los kilos demás ya que la ropa no lo permite, por lo tanto  trata de no subir de peso.

Es importante señalar que un peso saludable es aquel que nos permite mantenernos en un buen estado de salud más allá de cuanto pesemos. El exceso de peso contribuye a la aparición de las enfermedades coronarias, cerebrovasculares y diabetes, entre otras, además de generar conflictos psicológicos y de aceptación social.

Como las dietas no siempre son el mejor camino en vista de que son difíciles de seguir sobre todo en esta época, aquí damos algunos consejos:

  • Realizar actividad física en forma constante.
  • Tomar a lo menos 2 litros de agua diarios.
  • Preferir bebidas diet y jugos sin azúcar.
  • Consumir pescados, pavo, pollo y en menos cantidad carnes magras como posta, asiento, pollo ganso.
  • Preferir preparaciones al horno, plancha o parrilla, nunca fritas.
  • Comer entre 3 a 4 frutas diarias. No abusar ya que la fruta tiene altos aportes de azúcar.
  • Comer 4 a 5 porciones de verdura diarias, prefiriendo las verdes, de hoja y crudas.
  • En el caso de los helados, preferir los de agua.
  • • Mantener un horario constante y ordenado de las comidas.
  • Comer a lo menos 4 veces en el día.
  • Disminuir la cantidad de cereales ( arroz y fideos ) a porciones más pequeñas entre ½ y ¾ partes de una taza.
  • Es importante “ no tentarse “ con productos de ventas típicos de la playa, como son los cuchuflis, palmeras, pasteles, etc. ya que por su alto contenido de hidratos de carbono influyen directamente en el peso.

La clave del éxito es respetar los horarios de las comidas  y las porciones de lo que se consume.