Lactancia materna, fuente de nutrición y apego

Publicado el 22 de Agosto, 2017

Es la mejor forma de alimentación, ya que aporta todos los nutrientes necesarios para un adecuado desarrollo físico y neurológico del niño. El jefe de Neonatología de Clínica Vespucio, Dr. Iván Morera, explica cuáles son los beneficios para la salud infantil, por cuánto tiempo se debe prolongar y da algunas recomendaciones para facilitar este proceso, que al inicio puede ser un tanto complicado para la madre.

 

La leche materna se comienza a producir antes de que el hijo nazca, debido a que el sistema de canales mamarios se desarrolla plenamente durante el segundo trimestre, por lo que la madre puede dar pecho incluso si el nacimiento se produce en forma prematura. Lo cierto es que este alimento es el más importante de la primera infancia, ya que proporciona múltiples beneficios cuyos efectos se extienden hasta la edad adulta.

Durante los primeros seis meses de vida, se recomienda la lactancia exclusiva como alimentación para el bebé. Pasado este período, se debe complementar con otros alimentos. El doctor Iván Morera, jefe de Neonatología de Clínica Vespucio, explica que “la edad de término de este proceso dependerá de varios factores, como el desarrollo nutricional del lactante, además de aspectos sociales y familiares que van variando de acuerdo a la realidad de cada grupo familiar”.

Propiedades e importancia de la leche materna

Este alimento tiene la concentración adecuada de nutrientes como proteínas, azúcar, grasa, y posee la mayoría de las vitaminas que el lactante necesita para crecer y desarrollarse sano.

La matrona del área de Neonatología de Clínica Vespucio, Pamela Lee, asegura que la leche materna “contiene una cantidad significativa de elementos que favorecen la protección del bebé contra infecciones de todo tipo, mejorando así sus defensas. Incluso se ha observado que la lactancia también produce efectos beneficiosos en la madre”. En este sentido, existen evidencias que indican que el bebé alimentado con leche materna es más activo, tiene mejor desarrollo neurológico y una mayor capacidad de aprendizaje, además de socializar mejor y comunicarse correctamente con el entorno.

Consejos para una lactancia exitosa

El jefe de Neonatología de Clínica Vespucio enfatiza que “las madres deben entender que la lactancia es un fenómeno natural y que todas las mujeres están capacitadas para dar pecho”. En efecto, el acto de amamantar es una técnica aprendida, que además tiene como propósito generar una instancia para establecer apego seguro entre madre e hijo.

En la actualidad, hay un gran porcentaje de madres que, por distintos motivos, se complican al momento de amamantar, lo que genera ansiedad y podría dificultar este proceso natural. Por ello, la matrona Pamela Lee entrega las siguientes recomendaciones:

  • Amamanta a tu hijo sin horario (olvida el reloj) y ofrécele el pecho a las primeras señales de hambre
  • No acerques el pecho a tu bebé, sino él a tu pecho
  • Aproxima el pezón a los labios de tu guagua para “despertar” su reflejo de succión
  • La posición adecuada para amamantar es “abdomen con abdomen”, con la cara del bebé frente al pecho (no ladeada). Es importante que el cuerpo del niño quede alineado, es decir, que oreja, hombro y cadera sigan una misma línea imaginaria y su cabeza vaya en la dirección del pecho
  • El bebé debe succionar el pecho con los labios hacia afuera (como una ventosa), con el pezón y areola dentro de la boca, su mentón tocando el pecho y la nariz rozándolo ligeramente
  • La cabeza del bebé debe estar sobre el antebrazo y su boca frente a tu pecho. De esta forma, su cuello no se flexionará en el acople. Una postura incorrecta dificulta mamar y tragar correctamente
  • El niño debe succionar todo lo que desee de un pecho antes de ofrecerle el otro. Cada guagua tiene su ritmo, por lo que el tiempo puede ser variable
  • Cuando termine, retira el pecho suavemente y elimina flatulencias antes de pasar al otro pecho
Complicaciones comunes

El proceso de lactancia puede traer algunos obstáculos para la madre. Por eso, es importante que ella reciba orientación antes y durante este período para evitar problemas que puedan afectar su salud. Las alteraciones más frecuentes son:

 

  • Dolor o grietas en el pezón: se deben al agarre incorrecto del niño al pecho. Para corregirlo, tira de la barbilla del bebé hacia abajo, él abrirá más la boca y colocará bien su labio inferior. Si hay heridas, consulta con tu matrona o médico para que te receten una crema o te indiquen otras medidas de alivio y curación de para las heridas.
  • Congestión mamaria: los pechos se ponen duros, sensibles, tensos y de gran tamaño. Amamanta a tu guagua y si la molestia continúa, extrae un poco de leche manualmente o con una máquina. Puedes aplicar toalla tibias para facilitar la succión del bebé.
  • Mastitis: es una infección del tejido mamario que puede producir síntomas similares a la gripe. No contraindica la lactancia, pero requiere de diagnóstico precoz y tratamiento antibiótico.
¿Cómo saber si el bebé se está alimentando bien?
  • Se escucha un sonido cuando traga
  • Moja al menos seis pañales con orina clara al día
  • Tiene deposiciones amarillas y fluidas
  • La madre produce leche constantemente
  • El niño aumenta de peso en forma adecuada

Médico: Dr. Iván Morera

Especialidad: Neonatología