La luz y el calor que provienen del sol son los que permitieron la vida en la Tierra. El problema de la radiación solar como factor de riesgo para el desarrollo del cáncer de piel apareció cuando el ser humano comenzó a exponerse de manera excesiva al sol y los gases protectores de la atmósfera, que servían de filtro de algunos rayos más perjudiciales, se adelgazaron.

Sin embargo, la luz del sol tiene algunos aspectos positivos para nuestra salud por lo que no se recomienda evitar totalmente la exposición a él.

Según explica el dermatólogo de Clínica Dávila, doctor Pablo Santamaría, “la radiación ultravioleta tiene efectos beneficiosos”. Es indispensable para la formación de vitamina D, que es algo que requerimos para la salud de nuestros huesos, aunque puede obtenerse por la dieta o por los suplementos vitamínicos. Por lo tanto, sí hay efectos beneficiosos en la radiación solar”, indica el especialista.

De acuerdo a la última Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, alrededor del 15% de las mujeres en edad fértil y un 20% de los adultos mayores tienen déficit severo de vitamina D en la sangre. Esta situación es preocupante ya que los bajos niveles de esta vitamina están relacionados con  osteopenia (leve pérdida de la densidad ósea), osteoporosis (huesos más débiles por pérdida de densidad) y más posibilidades de fracturas óseas.

Para evitar estas situaciones la vitamina D es clave, ya que ayuda a mantener los niveles de calcio y fosfatos en el organismo, para una absorción y retención adecuada del calcio en los huesos.

¿En qué alimentos se encuentra la vitamina D?

Se encuentra presente en pescados grasos como el arenque, salmón, sardina, también en el aceite de hígado de pescado, hígado de pollo y en menor grado, en huevos. También existen otros productos, como la leche, que están enriquecidos con vitamina D.

El doctor Santamaría señala que para evitar los daños del sol en la piel, la clave está en no broncearse, ya que la piel bronceada es una piel dañada. Basta con exponer la piel de los brazos, sin protección solar, durante diez minutos cada día y después de las cuatro de la tarde, para tener los beneficios de la radiación solar y así producir una cantidad suficiente de vitamina D.