Los Trastornos del Espectro Autista (TEA) son un conjunto de problemas de desarrollo que pueden provocar problemas sociales, comunicacionales y conductuales significativos.

Si bien cada vez se cuenta con mayor información sobre estos trastornos, la doctora Jessica Reyes, psiquiatra infanto juvenil de Clínica Dávila, aclara algunos datos que mucha gente no conoce sobre los TEA.

 

  1. El término autismo procede del griego autos y significa “encerrado en sí mismo”. Fue introducido por el psiquiatra Eugen Bleuler en 1908.

 

  1. A partir de la década de los 80, las investigaciones clínicas fueron demostrando una gran heterogeneidad entre las personas con autismo y una gran variabilidad en el grado de afectación. Por esa razón, la Asociación Americana de Psiquiatría, en su Manual de Criterios Diagnósticos y Estadísticos de Trastornos Mentales, incluyó al autismo dentro de los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD), compuesto por cinco categorías: a) Trastorno Autista; b) Síndrome de Asperger; c) Síndrome de Rett; d) Trastorno Desintegrativo; y e) Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado.

 

  1. La comunidad médica y científica de todo el mundo apoya de forma unánime la conclusión de que no existe evidencia que relacione la vacunación y el desarrollo de los TEA. Los estudios originales realizados por el Dr. Andrew Wakefield que establecían una posible conexión, carecían de rigor científico. “El aumento considerable de los casos de TEA detectados y diagnosticados en los últimos años ha constatado que se debe, entre otros factores, a una mayor precisión de los procedimientos e instrumentos de diagnóstico”, aclara la doctora Reyes.

 

  1. Desde el punto de vista evolutivo y dimensional, el autismo se presenta en diversos grados y cuadros de desarrollo, siendo más común en varones que en mujeres, en una relación de cinco hombres por cada mujer. La prevalencia (presencia) del trastorno autista es de 5 por 10.000 nacimientos en el autismo, y de 22 por 10.000 en el espectro autista en general.

 

  1. Es posible que algunos niños o adultos con Trastornos del Espectro Autista presenten algunas dificultades en el aprendizaje o evidencien señales de una inteligencia inferior a la normal. Pero, por otro lado, otras personas con este tipo de trastorno muestran una inteligencia normal o alta y aprenden más rápido, aunque tengan problemas para relacionarse y aplicar cotidianamente lo que saben.

 

  1. Los Trastornos del Espectro Autista no pueden prevenirse ni curarse. Sin embargo, existen importantes alternativas de tratamiento, que pueden tener resultados significativos, en especial si el diagnóstico e intervención se realizan en etapas tempranas. Aunque los síntomas no desaparecen, sí se puede mejorar el desarrollo del lenguaje, las habilidades y la conducta, y aprender a lo largo de la vida a desempeñarse adecuadamente.