La cirugía que modifica la apariencia y la funcionalidad de la nariz, llamada rinoplastia, es una de las más frecuentes y tiene muy buenos resultados. Sin embargo, como toda cirugía, la rinoplastia no está exenta de riesgos y por lo mismo, debes conocerlos y estar consciente de ellos si estás pensando someterte a uno de estos procedimientos.

El doctor Luis Villarroel, otorrinolaringólogo de Clínica Dávila, explica en esta nota, cuáles son los riesgos de la rinoplastía y las dificultades que podrían ocurrir en este procedimiento.

“La decisión de un individuo de someterse a un procedimiento quirúrgico se basa en la comparación del riesgo con el beneficio potencial”, advierte el especialista.

La mayoría de los pacientes no experimenta estas complicaciones, pero es recomendable que las conozcas y las converses con tu médico. Si llegan a ocurrir, se realiza una cirugía correctiva.

La recomendación es tratarse con un médico otorrinolaringólogo especialista en nariz, con experiencia, que son los profesionales más idóneos para este tipo de cirugía.

Este médico, no solo puede mejorar la apariencia de la nariz, sino que también tratar problemas internos que pueda tener la nariz.

La rinoplastia no es sólo un tema estético, también es necesario que el resultado sea funcional y para este resultado integral, el otorrino es el más indicado.

El doctor Villarroel advierte que menos del 10% de estas cirugías pueden tener algún grado de complicaciones.

Recomendaciones pre operatorias para evitar riesgos

En el cambio del aspecto de tu nariz debes tener en cuenta algunas recomendaciones antes de la cirugía:

  • No tomar aspirina o ácido acetilsalicílico, tampoco vitamina E, ginkgo biloba y té verde por lo menos dos semanas antes de la cirugía.
  • Si estás resfriado, tienes sinusitis o alguna infección de la piel de la nariz, no podrás ser operado u operada.
  • Lava tu cara y pelo la noche previa a la cirugía. Asiste a la cirugía con ropa confortable y no te maquilles.
  • Recuerda llevar todos los exámenes de laboratorio y radiológicos.
  • No olvides que debes llegar en ayunas de mínimo 8 horas.

El sangrando nasal, es inusual pero posible y puede ocurrir durante o después de la cirugía.

Es por eso, que una de las recomendaciones antes de la cirugía es no ingerir aspirina o medicamentos antiinflamatorios durante 10 días antes, porque este tipo de medicamentos aumenta el riesgo de hemorragia.

La hipertensión que no está controlada también puede ser uno de los riesgos y causar sangrado.

Dependiendo de la complejidad y del tipo de la cirugía, puede producirse un daño (temporal o permanente) a las estructuras más profundas de la nariz, como nervios, conductos lagrimales, vasos sanguíneos y músculos.

En otras ocasiones, puede ocurrir entumecimiento o falta de sensibilidad en la piel de la nariz.

Tras la cirugía

Después de la cirugía, debes llevar un reposo relativo. Puedes comenzar con tu actividad normal en dos días, las actividades laborales o sociales en 10 días; y su actividad deportiva o de esfuerzos en 30 días post cirugía.

Cuando duermas, es importante que mantengas la cabeza elevada sobre dos almohadas durante los primeros siete días después de la cirugía.

Los primeros tres días se recomienda poner hielo en la zona (sin presión) en la zona para minimizar la hinchazón.

Respecto de la dieta, el doctor Villarroel señala que después de la cirugía se debe llevar una dieta liviana, solamente líquidos para luego retomar una dieta suave y regular.

Durante dos semanas se deben evitar los alimentos que requieran un exceso de movimiento de los labios (manzanas, peras, choclos enteros).

El lavado de dientes  debe ser en forma suave con un cepillo blando.

Durante ocho semanas debes evitar exponerte al sol (directo) o solárium. De esta manera evitas el edema y la generación de manchas sobre la piel. También debes utilizar durante al menos seis meses, protección solar de más de 30 FPS).