La preeclampsia es una enfermedad propia del embarazo, que se caracteriza por la aparición de hipertensión desde la semana 20 en adelante y por el aumento de proteína en la orina. Existen una serie de riesgos de la preeclampsia en la madre.

Este síndrome es poco frecuente, y afecta entre un 3% a un 5% de las embarazadas. En la actualidad constituye una de las principales causas de muerte materna.

Según la Organización Mundial de la Salud, cada año un 14% de las mamás a nivel mundial mueren por esta razón.

El doctor Javier Caradeux, ginecólogo obstetra de Clínica Dávila, explica que es fundamental detectarla a tiempo para disminuir los riesgos asociados.

“La causa específica de esta patología es desconocida. Se sabe que es una enfermedad progresiva que está relacionada directamente con el desarrollo de la placenta y la respuesta de la madre a ésta. Si no es tratada a tiempo, puede comprometer distintos sistemas de la madre, como riñones, hígado, cerebro u otros órganos, desencadenando una falla multisistémica”, explica el especialista.

Riesgos

El cuadro clínico es bastante heterogéneo, en algunos casos, esta enfermedad provoca que la placenta se disgregue del útero, lo que induce a un parto prematuro o una pérdida del embarazo. Por otro lado, puede ocurrir una falla de un órgano o dar un accidente cerebro vascular.

En casos más graves, lo que se conoce como preeclampsia severa, se puede convertir en una eclampsia.

La madre comienza a tener convulsiones o crisis epiléptica. Si no es controlada de forma oportuna podría provocar la muerte tanto de la madre como del feto.

Tratamientos para la preeclampsia

Si bien no se puede prevenir, la enfermedad se puede detectar en aquellas madres que presenten mayores riesgos.

“El rol de los ginecólogos es fundamental al momento de interpretar y valorar el cuadro clínico”, indica el especialista.

En el control habitual entre la semana 11 y 14, el ginecólogo solicitará una ecografía Doppler para la evaluación de la circulación placentaria.

De esta manera, en aquellas pacientes que tengan mayor probabilidad de desarrollar esta patología, el médico tratante recomendará ciertas medidas para disminuir los riesgos de padecer preeclamsia.

“Cuando los síntomas demuestran la sospecha clara de la enfermedad, el ginecólogo solicitará más exámenes para confirmar el diagnóstico y evaluar el grado de compromiso tanto de la madre como del feto, con el objetivo de definir cuál es el mejor momento para dar término al embarazo”, sostiene el doctor Caradeux.

Por otro lado, el especialista aclara, que a la fecha no existe ningún tratamiento para curar la preeclampsia. La única alternativa es finalizar el embarazo y extraer la placenta.

“Lo importante es que, en función del grado de severidad del cuadro, se busca mediante medidas paliativas y de manejo de los síntomas lograr la mayor madurez del feto”, asegura.

Riesgos de la preeclampsia después del embarazo

En los casos de madres que tuvieron preeclampsia sin mayores complicaciones, la presión arterial y el aumento de la proteína desaparece luego de seis semanas del parto.

Sin embargo, existen estudios que indican que aquellas mamás que tuvieron esta enfermedad durante el embarazo son más propensas al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, tales como hipertensión arterial crónica, cardiopatías isquémicas, diabetes o accidentes cerebro vasculares.

Para esto, los especialistas recomiendan seguir los controles posteriores al embarazo, para evitar o retrasar la aparición de estas enfermedades asociadas posterior a la preeclampsia.

Por otro lado, es muy probable tener preeclamsia en un segundo embarazo. En caso de buscar otro hijo o hija, “su médico tratante, al conocer su historial clínico, le indicará una consulta preconcepcional, para preparar su embarazo. Lo importante es seguir un control adecuado de un ginecólogo, para que se desarrolle de manera segura”, asegura el especialista.