No es algo que pase muy seguido, pero cuando ocurre, gran parte de la población de un país puede ser testigo de un evento astronómico que, por algunos momentos, paraliza cualquier tipo de actividad y tiene a todas las personas mirando el cielo. Se trata de un eclipse de sol, que puede ser total o parcial.

Sin embargo, es necesario considerar algunas precauciones antes de fijar la vista en el cielo, ya que esta acción puede tener graves consecuencias que pueden llegar a ser permanentes.

El doctor José Luis Liebbe, oftalmólogo de Clínica Dávila, especialista en retina explica que “mirar la luz del sol sin una adecuada protección causa lesiones que pueden llegar a ser irreversibles en la mácula, que es la estructura de la retina que nos permite ver con mayor nitidez y apreciar colores». Incluso, unos pocos segundos de exposición sin protección puede generar daño.

«Se ha establecido en 90 segundos el umbral para provocar daño en la retina, pero tiempos menores pueden ser igual de perjudiciales”, dice el especialista.

¿Cuáles son los síntomas de la retinopatía solar?

Según explica el doctor Liebbe, entre los principales síntomas están la disminución visual, el escotoma, que es la percepción de una mancha negra central, y la disminución de la percepción de colores (discromatopsia). Estos pueden aparecer a las pocas horas de la exposición directa al sol, o bien unos días después.

¿Qué hacer?

Para prevenir este tipo de daño, es necesario proteger adecuadamente los ojos, lo que se logra con el uso de anteojos con filtro solar certificados con ISO 12312-2. “Es importantísimo recalcar que los lentes de sol típicos, aunque tengan filtro UV y sean muy oscuros, no protegen adecuadamente, como tampoco la observación a través de celulares o cámaras».

Los lentes adecuados no solo reducen la luz solar visible a niveles seguros, además bloquean la radiación solar ultravioleta e infrarroja. Se deben adquirir en el comercio formal y revisar que cuenten con certificación adecuada. Este tipo de lentes no debe tener una antigüedad superior a los tres años.

La Sociedad Chilena de Oftalmología entregó también algunas recomendaciones para hacer de un eclipse un evento seguro:

–          Lo primero es nunca mirar el sol directa o indirectamente con o sin eclipse.

–          Usar lentes especializados que posean un filtro que bloquee los rayos dañinos del sol.

–          Observar por lapsos cortos y en forma intermitente.

–        Antes de usar los lentes especiales, revisar que el filtro esté en perfectas condiciones, sin rayas ni perforaciones.

–          Está totalmente prohibido mirar el sol a través de una cámara, teléfono inteligente, binocular, telescopio o cualquier otro dispositivo óptico sin que tenga un filtro solar certificado para este uso.

–          Los filtros hechos en casa (vidrio ahumado, por ejemplo) como los lentes de sol tradicionales, no son seguros para mirar el sol. Tampoco sirven las placas de radiografía o rollo fotográfico para visualizar el sol.

–          Los niños deben ser supervisados para que ocupen la protección adecuadamente.