Si un hueso se desencaja de la articulación y no vuelve a su posición normal, se produce una luxación o dislocación. Se trata de una lesión frecuente, por eso es importante saber cómo actuar en estos casos.

El doctor Juan Manuel Salas, traumatólogo de Clínica Dávila, explica que “una luxación es una separación de dos huesos en el lugar donde se encuentran, es decir,  en una articulación. Estas son zonas donde dos huesos se juntan, por lo tanto, podemos hablar de una lesión en una articulación, porque los huesos no se encuentran en la posición normal. Esta lesión es dolorosa y deforma temporalmente e inmoviliza la articulación. Las luxaciones más frecuentes se producen en los hombros y los dedos. También en otras articulaciones como  los codos, las caderas y las rodillas”.

Asimismo, especifica que “la dislocación es una lesión en la que los extremos de los huesos no se encuentran en la posición normal. La causa suele ser un traumatismo provocado por una caída, un accidente automovilístico, o una colisión mientras haces deportes de contacto o de alta velocidad”.

Por lo general, la dislocación involucra las articulaciones más grandes del cuerpo. En los adultos, el lugar más frecuente donde se produce la lesión es el hombro. En los niños, es el codo, pero también el pulgar y los dedos de la mano son vulnerables cuando se los flexiona a la fuerza de manera incorrecta.

Las luxaciones no son frecuentes en los niños pequeños debido a que sus cartílagos de crecimiento (zona de crecimiento del hueso ubicada en los extremos de los huesos largos) son más débiles que los músculos o tendones.

¿Cuáles son sus causas? Las luxaciones generalmente son causadas por un impacto súbito a la articulación. Por lo general se presenta después de un golpe, una caída u otro traumatismo.

Algunos de los factores de riesgo para una luxación articular son:

  • Propensión a las caídas.Las caídas aumentan la posibilidad de dislocarse una articulación si usas los brazos para resistir el impacto o si caes con fuerza sobre una parte del cuerpo, como la cadera o el hombro.
  • Factor hereditario.Algunas personas nacen con ligamentos que son más flexibles y más propensos a las lesiones en comparación con otras personas.
  • Práctica de deportes.Muchas luxaciones se producen durante la práctica de deportes de alto impacto o de contacto, como gimnasia, lucha libre, baloncesto y fútbol americano.
  • Accidentes automovilísticos.Estas son las causas más frecuentes de las luxaciones de cadera, en especial, en el caso de las personas que no usan cinturón de seguridad.

Además de examinar la lesión, el médico podría solicitar lo siguiente:

  • Examen físico: el médico obtiene la historia clínica completa del paciente y realiza preguntas sobre cómo se produjo la lesión.
  • Radiografías: La radiografía de la articulación se usa para confirmar la dislocación y puede revelar fracturas de huesos u otros daños en la articulación.
  • Resonancia magnética (RM): Esto puede ayudar al médico a evaluar el daño a las estructuras de tejido blando alrededor de la articulación dislocada.

¿Qué se debe hacer ante una luxación?

Si crees que te luxaste una articulación:

  1. No te demores en buscar atención médica.Obtén asistencia médica de inmediato.
  2. No muevas la articulación.Hasta que recibas asistencia, entablilla la articulación afectada en su posición fija. No trates de mover la articulación dislocada ni de volver a colocarla en su lugar a la fuerza. Esto puede dañar la articulación y los músculos, los ligamentos, los nervios o los vasos sanguíneos que la rodean.
  3. Coloca hielo en la articulación lesionada.Esto puede ayudar a bajar la hinchazón controlando el sangrado interno, así como la acumulación de líquidos en la articulación lesionada y alrededor de esta.

Cuáles son las acciones que no se deben realizar si un paciente tiene una luxación:

  • No mover a la persona a menos que la lesión esté completamente inmovilizada.
  • No mover a una persona con una lesión en la cadera, la pelvis o los muslos, a menos que sea absolutamente necesario. Si eres el único socorrista y hay que mover a la persona, arrástrala por la ropa.
  • No intentar enderezar un hueso ni una articulación deformados ni tratar de cambiarlos de posición.
  • No tratar de comprobar si un hueso o una articulación deformada ha perdido sus funciones.
  • No dar a la persona nada por vía oral.