Aunque son mucho menos frecuentes que en los adultos, las litiasis o cálculos renales también pueden presentarse en los niños o adolescentes.

“Si entre el 5 a 10% de los adultos tendrán cálculos alguna vez en su vida, en los niños solo alcanza al 1%”, indica el doctor Luis Felipe González, nefrólogo infantil de Clínica Dávila.

Las principales causas de esta patología son factores genéticos y alteraciones en el metabolismo, como la hipercalciuria idiopática o la hipocitraturia. “Generalmente un 50% de los niños con litiasis renal tiene antecedentes familiares”, cuenta el doctor González, y es más común entre los cuatro y los ocho años de edad.

“Existe una entidad llamada nefrocalcinosis, que consiste en la presencia de depósitos de calcio en el riñón y que se observa en niños prematuros que han sido tratados con diuréticos (furosemida)”, agrega el especialista.

Síntomas de la litiasis en niños

En los niños, los cálculos suelen manifestarse con hematuria (glóbulos rojos) en la orina, que puede ser macroscópica (que se observa a simple vista) o microscópica (dimensiones mínimas para el ojo). También pueden acompañarse de dolor lumbar o abdominal, molestias al orinar, vómitos o náuseas, aunque también hay entre un 10 a 30% que son asintomáticos. En esos últimos casos, constituyen hallazgos, es decir, se descubren de manera inesperada.

El doctor González explica que estos síntomas dirigen rápidamente al diagnóstico, que se confirma principalmente con una radiografía abdominal simple o una ecografía renal y vesical. Frente a la sospecha de presentar cálculos de menos de 2 mm de diámetro, se indica la realización de un urotac o pielotac, o una resonancia nuclear.

En la mayoría de estos casos el tratamiento indicado es principalmente conservador, con suficiente hidratación y uso de analgésicos hasta que se eliminen los cálculos espontáneamente.

Cuando no ha sido posible eliminarlos, los urólogos pueden programar distintas intervenciones, indicadas caso a caso y que dependen del tamaño y localización de los cálculos.

Entre dichos procedimientos se encuentran la litotricia extracorpórea, tratamiento mínimamente invasivo que fragmenta los cálculos a través de ondas de choque, o la nefrolitotomía percutánea, procedimiento endoscópico que extrae o destruye el cálculo desde la espalda.

“Es muy importante destacar que en Clínica Dávila existe un equipo nefrourológico infantil, instancia multidisciplinaria donde se discuten y analizan todos los casos, con el fin de decidir en conjunto la mejor solución para cada paciente”, puntualiza el doctor González.